­Tres técnicas en pintura del Instituto de Patrimonio Cultural de España, dependiente del Ministerio de Cultura, comenzaron el lunes la consolidación del retablo de la iglesia de Jesús, una de las piezas más valiosas del patrimonio ibicenco cuyo origen se remonta a finales del siglo XV y cuya autoría se atribuye a Rodrigo de Osona. En palabras de la consellera ibicenca de Cultura, Pepita Costa, el trabajo que las tres técnicas (Cristina Salas, Marta Irionda y María Porras Isla) realizarán durante un total de cinco días consiste en «mantener la estabilidad del paciente hasta que se acometan las obras de la restauración definitiva». La restauración del retablo será el último paso del plan: primero se consolidará para evitar que siga acelerándose su deterioro, luego (posiblemente en 2014) se realizarán una serie de reformas en el templo «para impedir las fluctuaciones de humedad, que parece que es lo que más perjudica a la conservación del retablo», explicó Costa. Finalmente, cuando la iglesia reúna las condiciones ambientales adecuadas, se llevará cabo la restauración completa de esa obra.

Primero, las técnicas limpiarán con aspiradores y brochas la suciedad superficial, «polvo acumulado durante muchísimos años», según Cristina Salas. «Ahora -añadió- haremos una fijación del color, porque había grietas en las que se levantaba la pintura y existía el peligro de desprendimiento. Cuando terminemos de fijar la pintura, estucaremos las faltas que más llaman la atención y haremos un entonado. También tenemos unas molduras desprendidas de la parte superior que ha ido guardando el párroco y que recolocaremos en su sitio». Concluido ese trabajo, redactarán un informe sobre «qué hace falta para la siguiente intervención, para la restauración ya definitiva».

Subidas a los andamios instalados en el ábside, Salas y sus compañeras han comprobado que «la iglesia tiene un problema de condensación y humedad en la parte superior, lo que altera la pintura, de la que se ha caído alguna parte». Han llegado a tiempo, pues «estaba a punto de caerse una parte bastante importante». Según Salas, es arriba donde mejor se aprecian los daños producidos por la humedad: «Se han perdido las molduras, se han abierto grietas en la madera, se ha levantado la preparación y la pintura. Desde aquí no se ve mucho, pero cuando hemos subido arriba, uf...».

El objetivo de la consolidación iniciada el lunes es que la pintura se adhiera al soporte otra vez: «Tardará años en volver a levantarse, pero si no se cambian las condiciones [de humedad] se levantará por otros sitios y se irá perdiendo pintura. Con la calidad que tiene esta obra se tiene que hacer una intervención ya. No se puede estar haciendo pequeñas curas; hay que arreglarlo todo. Estos días solo se hace la fijación y lo más imprescindible», advirtió Salas, que, no obstante, señaló que «la obra no está en muy malas condiciones».

El uso de pintura plástica durante la última restauración del templo es la principal causa, junto a los aparatos de aire acondicionado, de la condensación. Costa confía en que en 2014 se pueda iniciar la reforma de todo el edificio para solucionar ese problema y para mejorar además la iluminación y la seguridad (con un plan contraincendios y con mayor protección anticacos). De momento están a la espera de que un técnico contratado por el obispado calcule el presupuesto total de la obra. Solo le falta «la parte más grande, la de la obra de las paredes» [eliminación de la pintura plástica para que «puedan respirar»], comentó la consellera.