Ecologistas y el IEE recogen 4.560 firmas contra la urbanización de Benirràs

­Representantes del Institut d´Estudis Eivissencs, Amics de la Terra Eivissa y el GEN-GOB acudieron ayer al Consell para entregar las 4.560 firmas que han recogido en contra de la urbanización de Benirràs. Los tres grupos que impulsan esta iniciativa aseguran que la gran mayoría de los ciudadanos la apoyan, independientemente de su orientación política, según insistía Hazel Morgan, portavoz de Amics de la Terra, que recordó que en Benirràs ya se ha empezado a construir pero sin los planes urbanísticos correspondientes. En esta zona se prevé edificar hasta 30 chalés de lujo, que suponen, según Neus Prats, portavoz de GEN-GOB, «una pérdida de identidad para Ibiza en una de las calas mejor conservadas hasta ahora», que añade que «están convirtiendo esta isla en un MacDonalds del turismo».

Las asociaciones que entregaron las firmas al Consell insisten en la crisis de credibilidad política que existe: «La gente ya no vota porque ninguna opción política ofrece algo diferente, cuando los políticos están en la oposición todos son ecologistas, luego se les olvida todo», critica Neus Prats.

La recogida de firmas tiene como objetivo poner de manifiesto la voluntad popular para frenar los planes urbanísticos en Benirràs.

«Ibiza tiene personalidad propia y la estamos perdiendo, vamos a morir de éxito», lamentó la portavoz de GEN-GOB. «Lo que para los políticos significa éxito, para nosotros no, para ellos el ladrillo es la solución para todo», aclaró.

Tanto Jordi Salewski, representante del Institut d´Estudis Eivissencs, como Prats y Morgan subrayaron que hay que crecer en calidad y no en cantidad, y culparon a los partidos políticos de centrarse en intereses particulares que aumentan la masificación y degradación en Ibiza.

La representante de Amics de la Terra alertaba sobre la situación que sufren las costas de Ibiza: «Benirràs es una de las últimas calas que podemos intentar salvar, las demás ya han sido edificadas, y van a seguir así, porque no escuchan a los ciudadanos». Hazel Morgan se muestra cauta sobre si las firmas darán algún resultado, pero considera que deben intentar frenar la urbanización de este paraje.