Exponer en París es uno de los sueños de cualquier artista. La ibicenca Marta Torres lo cumplirá muy pronto. La Galerie Charlotte Norberg de la capital francesa acogerá a partir del 11 de junio una gran exposición de su obra, que se caracteriza por sus raíces profundamente ibicencas y el uso de elementos matéricos como madera, piedras o arena.

Sus cuadros han gustado mucho en las galerías en las que se ha presentado en París y finalmente ha sido la Norberg, en pleno barrio de Le Marais, la que le ofreció la exposición en unas fechas que convenían a ambas partes. Torres trabaja con formatos muy grandes pero la sala, de grandes dimensiones, podrá dar cabida a unas 35 obras de la artista ibicenca. ´Dialogue(s) de pierres´ (´Diálogos de piedras´), es el título escogido por la pintora para esta exposición.

Su amiga y comisaria de esta muestra, la promotora cultural María Pilar Gracia, fue quien la animó a mostrar su obra en la capital francesa. «Donde desde el primer momento gustó muchísimo su obra», explica la comisaria.

«En Francia es todo muy minimalista y un tanto oscuro, por eso el trabajo de Marta Torres ha gustado mucho por su expresividad, luminosidad, su materia... es algo único», subraya.

Los cuadros de Torres transportarán al espectador parisino a las calles de la Marina o al campo y la costa pitiusa. Los lienzos presentan, como incrustadas, ventanas antiguas, ramas de sabina, la tierra rojiza de Ibiza o arena de las playas. En el cuadro escogido para ilustrar el cartel aparecen algunos de los elementos más característicos de la obra matérica de Torres: La piedra del muro, la madera de las ramas de la buganvilla y de la puerta antigua y hasta el rótulo cerámico con el número 7 de un antiguo portal.

Tanto Gracia como Torres confían en que la exposición sea todo un éxito en París y llevan semanas trabajando para que todos los detalles sean perfectos.

La pintura matérica de Torres es una particular fusión entre pintura y escultura, que define su obra en los últimos tiempos, y que combina con otros lienzos en los que prima la pincelada con mucha textura. Desde sus inicios Torres está interesada en los grandes formatos, al principio con mayor presencia de la figura humana y más recientemente centrada en paisajes y detalles de la naturaleza o las antiguas casas payesas. Puede que esa ´reivindicación´ de lo ibicenco comenzase cuando viajó a Barcelona para estudiar. Allí se centró en los paisajes, al principio de Dalt Vila y marinas, y después también del interior.

Cuando tomó contacto con la escultura decidió introducir elementos en tres dimensiones en los cuadros, con una técnica casi secreta que hace que logre insertar desde piedras a marcos de puertas en el lienzo, que toma no solo la apariencia sino la consistencia de un muro en ocasiones.

Su trayectoria vital y artística quedó perfectamente reflejada en la muestra ´De la figura a la matèria´, que acogió el ya desaparecido centro sociocultural S´Alamera, en la que se podía comprobar esa evolución desde sus primeras obras a las actuales. Payesas paseando por Dalt Vila, el campo de Ibiza, casas de los barrios antiguos, bodegones, marinas y otros temas son típicos de su pintura.

El gran formato, con obras de hasta casi 2,5 metros de altura, permite al espectador introducirse casi literalmente en el cuadro, de modo que se puede afirmar que Torres va a llevar a París un pedazo de la isla.

Para esta exposición Torres cuenta con el apoyo de Pachá. En el catálogo ha contado con el texto del experto Carlos Velilla, catedrático de Bellas Artes, que fue profesor de la pintora. Durante los últimos años Marta Torres ha compaginado sus exposiciones con sus tareas de galerista.