­El ballador Vicent Cardona, Frit, recibió ayer un homenaje de la Federació de Colles de Ball Pagès por su aportación a la cultura de la isla. El acto, celebrado en la sala de cultura de Sa Nostra, se incluyó dentro de las XII Jornades de Cultura Popular de les Pitiusas, este año tituladas ´Pels camins´. Además del homenaje se presentó el libro de las jornadas del pasado año.

«Muchos de los que han tendido la suerte de verlo bailar e incluso de compartir una ballada con él le consideran uno de los mejores balladors que ha dado esta tierra», afirma el periodista Juan Antonio Torres Escandell en el informe que ha elaborado sobre Vicent Cardona Boned con motivo del acto en el que se le rindió homenaje.

Vicent Frit, de ochenta años de edad, nació en Buscastell, en el municipio de Sant Antoni. Era el más pequeño de ocho hermanos y desde muy pequeño comenzó a bailar: «Antes los hacíamos en las cocinas, preparando un fuego en medio», detalla el artista en el informe.

Cardona tiene claro cómo ha de ser un ballador: «Ha de levantar las dos piernas, porque ahora los hay que parece que arrastran una de ellas. Tampoco se ha de bailar muy lejos de la mujer».

Según su esposa, Maria Mayans, «para levantar la pierna había pocos como él». Ambos bailaban en distintos establecimientos turísticos en los años 60. Los jueves, en cuatro lugares diferentes, un cuarto de hora en cada uno de ellos. Formaban parte de una colla de tres parejas y un sonador, y los llevaban en coche a cada actuación. Solían bailar la curta, la llarga y ses nou rodades. Por entonces, cada uno cobraba unas 300 pesetas.

Antònia Marí, sa Mestra Cala, fallecida hace un año, fue quien le enseñó por primera vez el ball pagès. La última vez que bailó fue en es Pou des Escarabats: «Lo dejé porque ya no quería hacer más el ridículo delante de los demás, ya era muy viejo».