­Más de 300 fieles renovaron ayer por la tarde su devoción al Sagrado Corazón de Jesús en la fiesta que se celebró, como todos los años, en el momumento al cor de Jesús en Montecristo. El día estuvo nublado pero el mal tiempo no impidió que el obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, oficiase la eucaristía al aire libre, con la ayuda de varios sacerdotes. Después de la misa se celebró una procesión con la Custodia del Santísimo y un coro cantó canciones religiosas.

Esta tradición se remonta a hace más de seis décadas, puesto que en 1946 el entonces obispo Antoni Cardona Riera Frit promovió la construcción del monumento, proyectado por el arquitecto municipal de Vila, Moragues. El artista encargado de construir la estatua fue el escultor valenciano Antoni Sanjuan y la base fue obra de Joan Serra, un empresario palmesano. Su colega ibicenco Joan Costa Coroner se hizo cargo de la obra civil.

Tradición revitalizada

La tradición se perdió durante algunos años pero en 2005 monseñor Vicente Juan Segura se encargó de revitalizar esta devoción, que el año pasado congregó a cerca de 400 fieles, según informa un portavoz del Obispado.

La tradición indica que la fiesta se celebre el primer viernes después del Corpus Christi. Sin embargo, el Obispado prefiere que la celebración se haga un domingo, para que sean más los fieles que puedan asistir.

Entre los actos previstos destaca la bendición de los términos de toda la Diócesis, momento que se aprovecha para solicitar «la especial protección del Corazón de Jesús sobre todos y cada uno de los presentes, sus familias y sus seres queridos».

Además, el Obispado tenía previsto renovar la consagración de Ibiza y Formentera al Corazón de Jesús. Al concluir los actos religiosos se iba a celebrar una tradicional merienda con cocas, sobrasadas y otros productos típicos de las Pitiusas traidos por los asistentes.