La catedrática de Didáctica de las Ciencias de la Educación en la Universitat Autònoma de Barcelona Neus Sanmartí Puig aseguró el jueves, en una conferencia en el Club Diario de Ibiza, que si los profesores y maestros no cambian los criterios de evaluación de los alumnos, «el sistema educativo no irá hacia delante ni se mejorarán los malos resultados» que ahora hay. «Yo he pasado de pensar que la evaluación era la parte más fea de la profesión a darme cuenta de que es la clave», explicó Sanmartí, que aclaró que evaluar no consiste solo en poner notas, como todo el mundo cree.

En este sentido, indicó que evaluar es un proceso de diferentes etapas que conlleva recoger información, analizarla y emitir y un juicio y tomar decisiones. Estas últimas podrían ser de tipo social, en cuanto a decidir por ejemplo quiénes pasan de curso o qué calificaciones se les pone, o de tipo pedagógico, referidas a enseñarles a que ellos mismos tomen decisiones y sean capaces de autoevaluarse, lo que se denomina evaluación formadora.

«Quienes aprenden no tendrán siempre detrás a un adulto que les diga que se equivocan o que han de hacer las cosas de una manera; deben ser autónomos», subrayó Sanmartín, que insistió en la necesidad de ayudar a los alumnos, en todos los niveles de su etapa educativa, a que sean autónomos, se autoevalúen y se autorregulen.

La experta, doctora en Ciencias Químicas y que ha dado clases en Primaria, Secundaria y Bachillerato, señaló que para llegar a esto una de las técnicas a emplear es que los alumnos se evalúen unos a otros, pues les sirve para darse cuenta también de qué han hecho ellos mal. Una técnica que, dijo, es mucho más eficaz que ponerles deberes y que el profesor se los lleve a casa, los corrija y los devuelva. «Los estudios dicen que esto no sirve, que no mejoramos a los alumnos, pues ellos o no lo miran [las correcciones y los comentarios] o no mejoran su aprendizaje o no entienden lo que pone», destacó.

Sanmartí animó a los asistentes al Club Diario, que llenaron la sala y en su mayoría eran educadores, a reflexionar a la hora de hacer preguntas a los estudiantes. «Debemos cambiar qué preguntamos para poder cambiar la evaluación. Que repitan no quiere decir que han aprendido algo», apostilló. Asimismo, indicó que para aprender con este método de autoevaluación primero los alumnos deben tener claros los objetivos que se persiguen con las materias a estudiar, después han de aprender a pensar y a planificar –no ponerse rápidamente a hacer algo, pues no se valora solo el resultado sino también la planificación– y por último saber qué criterios aplicará el profesor para evaluarlos.