Cuentan las sagas normandas que el joven príncipe Sigurd, que más tarde sería conocido como el rey Sigurd I de Noruega, partió en el año 1108, con tan solo 18 años, del puerto de Bergen, en el país escandinavo, con el fin de partipar en las cruzadas en Tierra Santa. «Su comitiva constaba de más de 60 barcos vikingos y millares de soldados –narra en un perfecto español la simpática escritora noruega Mia Soreide (Estocolmo, 1944), en el salón del hotel Royal Plaza, mientras cruza las piernas–. Durante su travesía por el Mediterráneo llegó a sus oídos que piratas sarracenos estaban sembrando el terror por toda la zona del Levante peninsular. Los piratas se ocultaban en Formentera, en una cueva abierta en un acantilado a más de 75metros del mar», cuenta Soreide. «Con los sarracenos estaban ocultos también fabulosos tesoros resultado de años de saqueo. Fuertes por la situación de la cueva, los piratas se burlaban de los vikingos. Así que el príncipe Sigurd trazó un ingenioso plan para combatir al enemigo…»

Esta es la leyenda en la que se inspira Mia Soreide para escribir su nuevo libro. La noruega afincada en Altea desde hace más de cuarenta años (fue guía turística en la localidad alicantina) tuvo una gran acogida literaria en su país por su ópera prima, ´Kristina, princesa noruega´ un best seller que considera una obra «espiritual». La novela narra la investigación sobre la desafortunada princesa Kristina de Noruega que, con 23 años, fue casada con uno de los hermanos del rey castellano Alfonso X (conocido en la historia con el sobrenombre de ´el Sabio´) que realiza una joven noruega que estudia en Madrid. La princesa murió cuatro años después de su boda víctima, se sospecha, de una conspiración en la corte. La novela sale a la venta en España este mes de octubre. Soreide considera esta historia «fascinante».«He pasado más de diez años investigando la vida de la princesa Kristina», recuerda la escritora. «Es una novela histórica. Me interesan mucho las historias que unen lazos entre Noruega y España», explica Soreide que, aunque ha nacido en Estocolmo (Suecia), ha vivido toda su vida entre Noruega y España. «De corazón soy española», destaca la escritora.

Ahora Soreide, que se confiesa autodidacta, busca pistas en las islas sobre la historia del que años más tarde se convertiría en rey Sigurd. Con tal fin se ha desplazado en estos días a Formentera, porque le han comentado que en la isla hay una librería donde existen más publicaciones sobre la famosa Cova d´es Fum, la cueva donde los piratas escondían sus tesoros. Mia Soreide continúa con su historia: «El príncipe Sigurd mandó talar árboles. Con ellos los vikingos crearon grandes ruedas y aprovechando una zona de escasa altura en la isla, subieron uno de los barcos transportando la nave hasta el acantilado. Entonces, durante la noche y mediante un complejo sistemas de cuerdas, hicieron bajar la nave hasta la boca de entrada de la cueva. Los sarracenos dormían ajenos al peligro y a la mañana siguiente –prosigue la escritora con una sonrisa de oreja a oreja– los piratas salieron a desperezarse y se encontraron con un barco lleno de hombres que les cortaba el paso. Inmediatamente, los saqueadores se introdujeron dentro de la cueva con el fin de escapar al asedio de los vikingos. Sin embargo, el príncipe Sigurd ya había calculado ese movimiento y ordenó encender fuego en la puerta de la gruta. El humo empezó a inundar la cueva y los piratas decidieron salir y rendirse, pero el futuro rey vikingo no tuvo piedad y los mató a todos. Desde entonces se llamó a la cueva por el nombre actual de Cova d´es Fum. Dicen que el príncipe noruego era muy justo y, según la historia, dejó en Ibiza y Formentera parte de aquel magnífico tesoro que no pudo transportar en sus barcos hasta Oriente», finaliza.

Este ingenioso asalto protagonizado por el rey Sigurd I de Noruega es uno de los episodios más documentados de las sagas normandas y se considera que el botín que se llevó con él es uno de los más fabulosos de las cruzadas.

Por eso, con el gusanillo que deja en el estómago esta historia de aventuras, Mia y su marido fletaron recientemente una lancha con un motor de 120cv y fueron a la misteriosa cueva de la menor de las Pitiusas. Al encontrase delante de ella, Soreide comprobó lo escarpado del terreno. «Es bastante complicado entrar», destaca la escritora, que considera que por tal razón es «probable» que en el fondo del mar aún haya parte del botín que el rey Sigurd no consiguió transportar con él en su viaje a Jerusalén. «Estoy pensando en volver con un equipo de arqueólogos y buceadores a la zona», confiesa Soreide.

Sin embargo, la escritora noruega en su viaje por la historia ha descubierto otro tesoro. «Formentera es una isla maravillosa.», afirma Soreide.«La hemos recorrido entera y me gustaría hacer un reportaje sobre ella», confiesa la noruega afincada en Alicante, que tiene la intención de volver.