Formentera se despidió ayer de las Festes de Sant Jaume tras 16 jornadas cargadas de actos. El día del patrón de la isla se inició con la misa de Sant Jaume, que se celebró en la iglesia de San Francesc. En la liturgia –oficiada por el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, y los párrocos Miquel Àngel Riera y Pep Costa Guasch– estuvieron presentes representantes de todas las fuerzas políticas de la isla, además de varias decenas de personas. Acto seguido tuvo lugar el tradicional convite de orelletes junto a la Casa Consistorial, momento que los formenterenses aprovecharon para degustar los dulces pitiusos.

El presidente del Consell, Jaume Ferrer, felicitó a sus tocayos en el día de su santo y valoró la I Diada de Formentera como «un éxito». Además, resaltó la «importante participación» que tuvieron tanto la izada de la nueva bandera del Consell como la entrega de los premios Sant Jaume y la Medalla de Oro de la isla que se desarrollaron la noche del sábado. Ferrer calificó la jornada de «importantísima por el significado que tiene para la independencia administrativa» de la pitiusa menor. El diputado por Formentera, Pep Mayans, también estuvo presente en la liturgia y dio la enhorabuena a los habitantes de la isla por la realización de la Diada. Asimismo, el presidente de la agrupación local del PP, José Manuel Alcaraz, compartió la opinión de Ferrer y Mayans y declaró que «este nuevo Consell lo tenemos que disfrutar todos».

Estaba previsto que a las 20.30 horas siguiesen los festejos con la actuación de las colles de ball Es Xacoters y Es Pastorells y las actuaciones musicales de Joan Miquel Oliver, 4 de Copes, y Mendetz, además de los fuegos artificiales programados para la medianoche.