Ana Torres, presidenta del Consell Insular de la Joventut de Ibiza, entiende la emancipación juvenil como «la capacidad de tomar decisiones». Una de las más importantes que se puede tomar es la relativa a todos los aspectos que rodearán la propia muerte. Para hablar de este tema, Torres invitó al Club Diario a la enfermera Shandra Pinar, miembro del Banco de Sangre y Tejidos y voluntaria en el hospital Can Misses para mediar en cuestiones relacionadas con la donación de órganos y el testamento vital.

Pinar explicó a los asistentes a su charla que el llamado testamento vital es un conjunto de documentos en los que se expresan valores y creencias y se manifiesta qué tipo de tratamiento se desea recibir si se está en situación terminal, de inconsciencia o discapacidad. «Este documento permite ejercer el derecho del paciente a ser respetado cuando no puede expresar su voluntad o ha fallecido», señaló la enfermera, para añadir que el testamento vital es de gran ayuda para el personal sanitario en el proceso de asistencia. La conferenciante insistió en que la persona que redacta sus voluntades debe estar perfectamente informada de cuál es su estado de salud: la enfermedad que padece, sus posibilidades de supervivencia y las posibles consecuencias de las medidas incluidas en el documento.

Estas voluntades anticipadas, cuyo origen se atribuye al cofundador de Amnistía Internacional Luis Kutner, están relacionadas con la eutanasia pasiva. Permiten expresar que se desea morir de una forma natural. El paciente no puede solicitar su muerte, pero sí que el tratamiento ante una enfermedad terminal se limite a la analgesia y los cuidados paliativos. «En ningún caso se trata de eutanasia activa, que está penada en España», apuntó. El registro de Voluntades Anticipades en Ibiza está en la conselleria de Salud y Consumo, en la avenida de España. También se puede solicitar hacer testamento vital a través del e-mail voluntatsanticipades@caib.es.