La lengua es el principal obstáculo para los alumnos extranjeros

Escolares en un colegio de Eivissa / J. A. Riera

Escolares en un colegio de Eivissa / J. A. Riera

Eivissa | Cristina Martín

El principal obstáculo para la integración de los alumnos extranjeros no hispanohablantes es la lengua, según concluye el estudio `La gestión de la diversidad en el sistema educativo de les Illes Balears. Conclusiones y propuestas´, elaborado por la Fundació Gadeso y editado por Lleonard Muntaner. Este trabajo de investigación se ha efectuado a partir de entrevistas con cincuenta alumnos de 14-15 años y otras tantas familias extranjeras, así como profesores de sesenta centros escolares públicos y concertados de Balears, veinte de ellos pitiusos. En Eivissa se ha entrevistado a once estudiantes subsaharianos, chinos y rumanos. Los adolescentes coinciden en que el hecho de tener que aprender dos lenguas requiere un gran esfuerzo para obtener los mismos resultados académicos que tenían en su país.

Los estudiantes, que han sido entrevistados por personas que hablan su idioma, consideran que debería haber más horas para el aprendizaje de la lengua, lo que «les facilitaría tanto la integración social como escolar de una forma más rápida y con más calidad», según las conclusiones del estudio. Todos se sienten bien integrados y coinciden en que no han notado actitudes xenófobas ni en el centro ni en la calle. Además, estos alumnos creen que el sistema educativo de las islas no es tan severo como en su país de origen y piensan que el profesorado debería adaptarles más los contenidos de las materias. Los más mayores comparten la preocupación por conseguir los papeles que les permitan encontrar trabajo para ayudarse a pagar los estudios. Los adolescentes cuyas familias han emigrado por motivos económicos consideran importante la incorporación al mercado laboral como forma de mejorar el nivel de vida, según pone de relieve el libro: «La aspiración de tener un buen trabajo, una buena preparación profesional y un buen nivel de estudios como mecanismos de mejora son comunes a todas las entrevistas».

Las familias extranjeras confían en que la educación sea el camino «más directo hacia la integración y la promoción económica y social», destacan los investigadores. Los profesores, por su parte, valoran el esfuerzo que hacen estos alumnos, su interés y su motivación.

El estudio efectuado en los centros de las islas alerta de los pocos recursos de que disponen para hacer frente a la llegada de alumnos procedentes de otros países y que a menudo no hablan ni castellano ni catalán: «Es necesario hacer incidencia además de en la formación [del profesorado] y en los recursos, en la divulgación de metodologías que den respuesta a la diversidad de las aulas: la escuela intercultural», escriben los expertos, especialistas en educación y en psicología. También consideran fundamental promover la participación de las familias de los alumnos extranjeros en los centros educativos, ya que a menudo no se implican debido a la diferencia cultural y lingüística. El estudio alerta de que el desconocimiento del sistema educativo balear y de los centros escolares entre las familias extranjeras es «prácticamente total», y sostiene que las fórmulas habituales de información no son útiles en estos casos, por lo que es preciso hallar otras vías de comunicación.

No obstante, las familias extranjeras dicen que están contentas con la escolarización de sus hijos, agradecen el trabajo del profesorado y afirman que no han sufrido rechazo; al igual que sus hijos, consideran que buena parte de sus dificultades se deben al desconocimiento de la lengua. El equipo de investigadores sostiene que el grado de integración social de la familia del estudiante extranjero es determinante para dificultar o favorecer la adaptación de los hijos y por tanto para su rendimiento académico. Además, «sus expectativas acerca del futuro de sus hijos determinan el éxito o fracaso escolar», añade el informe.

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