El consumo de agua baja en Vila un 2,1% respecto a 2006

Los escolares visitaron ayer las instalaciones de la desaladora de Vila para conocer cómo funciona / Moisés Copa

Los escolares visitaron ayer las instalaciones de la desaladora de Vila para conocer cómo funciona / Moisés Copa

Eivissa | L. F. A.

El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Eivissa, Joan Rubio, presentó ayer la novena `Campaña del agua´ que organiza la institución, «una iniciativa que sirve para concienciar a los escolares de la importancia de ahorrar y no malgastarla», explicó. Tras la presentación, Rubio destacó que durante 2007, a pesar de los crecimientos de población constantes que se están dando en el municipio, «se ha conseguido invertir la tendencia en el consumo de agua, pasando de los 3.817.862 metros cúbicos de consumo total en 2006 a los 3.736.408 en 2007 (de 89,03 metros cúbicos por habitante y año a 84,7 actualmente)».

Este descenso se debe, según Rubio, a que cada vez son más los jóvenes concienciados sobre el ahorro del agua, «gracias a las campañas de información y consumo, en las que reciben consejos que después aplican en sus casas y en la escuela para evitar el despilfarro». El concejal explica que es «muy importante» mantener en el tiempo este tipo de campañas para que, poco a poco, «todos los ciudadanos puedan comprender la importancia de no consumir ni una gota más de lo necesario».

Este año se prevé que unos 350 alumnos del municipio puedan participar en el programa `No dejes que se pierda ni una gota´, durante el que visitan las principales infraestructuras relacionadas con el ciclo del agua (depuradora y desaladora) y son atendidos por monitores especializados en la materia. Los alumnos del colegio Sa Blanca Dona fueron ayer los primeros invitados de esta edición de la campaña de agua y recorrieron las instalaciones de la desaladora de Vila, donde conocieron las maquinarias que permiten que el agua del mar pueda ser de uso doméstico y agrícola. Los técnicos de la planta explicaron curiosidades sobre la desalación, que aportaron a los jóvenes una idea general de lo costoso que es desalar agua y la importancia que tiene controlar su consumo. De cada cien litros de agua que entran en una planta, sólo se obtiene agua pura apta para el consumo humano en un 40% (es decir, 40 litros), si procede del mar, y en un 60% si proviene de aguas subterráneas o ríos. Por ejemplo, por cada litro de agua del Mediterráneo se pueden sacar 36 gramos de sal. Además, la fuerte presión para desalar el agua exige un elevado consumo energético. La factura eléctrica puede suponer hasta el 48% de los costes totales de una desaladora.

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