Es Raspallar busca Quijote

Estado actual del molino de es Raspallar, en cuya restauración ha invertido el Consell 30.000 euros / Jose Miguel L. Romero

Estado actual del molino de es Raspallar, en cuya restauración ha invertido el Consell 30.000 euros / Jose Miguel L. Romero

Eivissa | José Manuel Piña

Las aspas del molino de es Raspallar, situado junto al complejo deportivo Infanta Cristina, del Consell Insular, volverán a girar «en unas tres semanas», según los operarios que desde hace dos meses se encargan de los trabajos de restauración del conjunto arquitectónico rural que, además del molino, consta de una sènia (noria), un safareig (estanque), también restaurado recientemente, y de un corral, que en la actualidad no se utiliza. Las aspas dejaron de girar el pasado mes de noviembre. Un fuerte temporal de viento las destruyó, así como la compleja maquinaria que las mueve, e incluso llegó a inclinar la torre, según detalla Antoni Roig, director de la piscina de es Raspallar, en cuya parte posterior se halla ese elemento patrimonial. «Cuando comenzó a construirse el edificio de la piscina, hace unos diez años, Antoni Marí Calbet, entonces presidente del Consell, se empeñó en mantener el conjunto, que inicialmente iba a destruirse», evoca Roig.

Una noria con mula

La intención de Marí Calbet era crear una cafetería exterior en el corral que complementase el entonces nuevo edificio e incluso comprar una mula que tirase de la noria como un reclamo más para realzar el espacio. Ambas ideas se desestimaron porque la cafetería hubiese motivado una reforma en el diseño del jardín y porque la mula implicaba la obligación de contratar a alguien que cuidase del animal. La piscina de es Raspallar dispone de una pequeña cafetería situada en la planta superior del inmueble, con una terraza en la que en verano hay sillas y mesas. Poco después de la inauguración del complejo, Marí Calbet perdió las elecciones al Consell Insular y el equipo del Pacto Progresista que presidía Pilar Costa y que le sustituyó archivaron la idea del corral y la mula.

El actual equipo de gobierno progresista ha invertido treinta mil euros en los trabajos que actualmente le están devolviendo su aspecto original y destinará asimismo una partida de 1.800 euros anuales para su mantenimiento. La empresa de carpintería Hermanos Clapés, de Santa Eulària, se ha ocupado de la restauración y se encargará también del mantenimiento, que es «muy importante», en opinión de Antoni Roig. «La de los hermanos Clapés es la única carpintería de Eivissa especializada en el arreglo de molinos porque su padre ya ejercía esta profesión», aclara el director de la piscina. Ayer, a media mañana, sólo un obrero de la empresa se ocupaba de ultimar los arreglos de los desperfectos que provocó también el temporal en el techo.

«Hemos tenido que revisar incluso el eje del molino», manifestó. «Esto ya casi está», aseguró antes de volver a la tarea. En el expediente de la obra redactado por el Consell Insular hace diez años se alude al molino y sus instalaciones anexas como «un conjunto de edificaciones antiguas de servicio hidráulico para la elevación, almacenamiento y distribución de las aguas subterráneas con destino al riego agrícola». En el documento se detallan asimismo los elementos de que consta la instalación: un molino de accionamiento eólico, noria o cenia de accionamiento animal, motor de explosión, balsa de almacenamiento, arquetas y acequias de riego y pequeña edificación anexa a modo de almacén y corrales. La balsa presentaba ayer un notable volumen de agua tras las lluvias de los últimos días.

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