LA CRÓNICA

Bebés en armonía familiar

Eivissa | José Manuel Piña

Entrar en la Escoleta Municipal de Vila poco después de las cinco de la tarde es como hacerlo en un anuncio de televisión en el que se promocionen los polvos de talco o los pañales resistentes a cualquier alteración. Una docena de bebés de pocos meses, menores de un año en cualquier caso, se sometían ayer por la tarde, pacientemente, a las caricias de sus primerizos padres, atentos a cualquier cambio de humor de sus retoños. El cariño, el cuidado, las atenciones y el mimo que los progenitores procuraban a los casi recién nacidos conferían al ambiente un clima acogedor y de armonía familiar muy cercano a las imágenes que la publicidad facilita sobre esta relación a veces conflictiva.

Dos monitoras, Carmen Tur y María Fernández, se encargan desde ayer de que ese taller discurra con armonía y facilite a ambos colectivos, padres y bebés, una relación más próxima entre ambos. Los pequeños se dividen según sus edades -de 0 a 12 meses, de uno a dos años y de tres años en adelante- en función de las relaciones y los contactos táctiles que los progenitores deben mantener con ellos para mejorar la intercomunicación. «Éste es el tercer o cuarto año que se desarrolla este taller en la Escoleta Municipal de Vila y la acogida está siendo muy positiva por parte de los padres, que ven cómo mejoran las relaciones con sus hijos», explicaba ayer Carmen Tur. «Algunos padres repiten, lo que significa que valoran los resultados logrados en anteriores convocatorias», opina la monitora, sin quitar ojo de lo que ocurre en su ámbito de jurisdicción.

Nada parece contradecir sus palabras en el círculo que han formado las familias. Padres y madres, especialmente el segundo grupo, sigue las instrucciones del curso, acariciando y tocando a sus pequeños con gran cariño y mucha atención a las instrucciones para no romper la comunicación con sus hijos. Ayer eran sólo once niños los que se beneficiaban de ese aprendizaje mutuo porque uno de los bebés había hecho novillos, pero este taller goza de «una gran aceptación» por parte de las familias de la ciudad, que aprenden en él cómo activar los receptores sensoriales de los pequeños y mejorar su comunicación paternal con ellos.

Tracking Pixel Contents