Marga Ferrer, la responsable del centro de día de Cas Serres, destacó la importancia del trabajo que realizan en él los enfermos. De la misma manera señaló que es errónea la imagen que se tiene de este servicio, que atiende a veinte personas, como una «guardería» para ancianos y enfermos. Marga Ferrer indicó que el 36 por ciento de los usuarios atendidos el año pasado mejoraron sus capacidades cognitivas y que el 13 por ciento las mantuvieron, frenando un mayor deterioro. La media de edad de los que acuden al centro de día es de 79 años y la mayoría son mujeres y sufren Alzheimer en sus fases iniciales. A finales del año pasado había seis personas en lista de espera para acudir al centro de día, que funciona desde las ocho de la mañana a las seis de la tarde y que cuenta con un servicio de transporte. | M. T.