La gala de los premios Diario de Ibiza 2021 contó con una actuación musical de excepción que tuvo como protagonista el Cor Ciutat d’Eivissa. Con 38 personas en el escenario -el máximo que permiten las actuales restricciones sanitarias- entre cantantes y músicos, el Cor interpretó dos temas: el popular ‘Bona nit, blanca roseta’ en una versión con Yolanda Veny como cantante solista y acompañamiento de piano y violín con arreglos de Miguel San Miguel y Francesc Crespí, y el tema ‘Cantares’ de Joan Manel Serrat sobre un poema de Antonio Machado, en una transcripción para coro y piano de San Miguel, y que contó con Jesús Bernal como cantante solista. En ambos temas, tocaron Pablo García al piano y Laura Boned al violín.

Buena parte de los integrantes del Cor Ciutat d’Eivissa disfrutan del cóctel posterior a la gala. J. A .Riera

En estas interpretaciones, los miembros del coro cantaron con la mascarilla Ffp2 puesta, lo que supuso una dificultad añadida. «Es molesto cuando aspiras aire. Las mascarillas Ffp2 tienen una ventaja porque son rígidas y terminan en punta y no te entran en la boca. El inconveniente es que son más densas y no dejan pasar el aire, pero preferimos estas a las más blandas», señala Miguel San Miguel, director del coro.

La violinista Laura Boned J. A. Riera

Los ensayos también se realizaron con mascarilla, y los cantantes ya han aprendido a sortear este inconveniente: «Te obliga a mejorar tu técnica para proyectar el sonido hacia adelante y que llegue al público. Es molesto, pero nos vamos adaptando».

La pandemia ha afectado también al coro, como no podía ser de otra manera, aunque las medidas de precaución que tomaron durante los ensayos les ha permitido sobrevivir a esta crisis sanitaria sin haber padecido ni un solo brote entre sus miembros. «Al principio, durante los ensayos, debíamos mantener una distancia de tres metros entre los cantantes. En la actuación de este jueves solo hubo una separación de un metro entre nosotros, y eso ya nos sabe a gloria».

El público sigue atentamente la actuación del coro. J. A. Riera

Tras el final del confinamiento, el coro reprendió sus ensayos en agosto de 2020, y los han seguido manteniendo hasta el presente, con una sola interrupción entre enero y marzo de 2021, a causa de la ola de contagios del pasado invierno. Sin embargo, la falta de ensayos presenciales no implicó que el grupo permaneciera parado, al contrario. «Hemos seguido trabajando desde casa con audios que yo enviaba a los cantantes, también hicimos videollamadas para no olvidar el repertorio en el que estábamos trabajando, e incluso grabamos un vídeo con una canción», señala el director.

El Cor Ciutat d’Eivissa es municipal, ya que depende del Patronato de Música de Ibiza. No es profesional, sus componentes cantan por puro amor a la música y ensayan quitando horas a su tiempo libre o al rato que dedican a sus familias: «Ensayamos los lunes y los miércoles a las 20.30 horas, cuando la gente ha salido de trabajar», comenta San Miguel. El carácter eminentemente democrático y abierto del coro se demuestra también en el hecho de que prácticamente todo el mundo puede ingresar en él: «Hacemos una prueba para admitir a nuevos candidatos, pero es asequible. Con una voz sana y afinada y la posibilidad de asistir a los dos ensayos semanales, ya es suficiente. A partir de ahí, empiezan a mejorar».

Miguel San Miguel recibe unas flores de Cristina Martín, directora de Diario de Ibiza. J. A. Riera

Una larga trayectoria

Pese a este absoluto amateurismo, el currículum del coro es envidiable. Fundado en 1994, está bajo la dirección de Miguel San Miguel desde 1996, y logró su primer hito en 1997 cuando fue seleccionado para participar en el Concurso Internacional de Música de Cantonigròs, en Barcelona. Desde entonces ha actuado en una quincena de ciudades españolas y en Berlín, Roma y Milán. En el año 2008 grabó junto a la Orquestra Simfònica Ciutat d'Eivissa la música oficial del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, y en el año 2011 interpretó en Berlín el Requiem de Verdi junto con otras corales de Baleares acompañados por la Orquesta Filarmónica de Berlín.

Una trayectoria que obtuvo su reconocimiento en el año 2019, cuando recibió el Premio Ramon Llull por sus 25 años de excepcional trayectoria al servicio de la música coral. Ese mismo año grabaron un disco recopilatorio de sus temas emblemáticos. Un camino que ha ido en paralelo a la dirección de Miguel San Miguel, licenciado en Dirección de Orquesta por la Royal School of Music of London, titulado superior de Lenguaje Musical, titulado superior de Musicología, y que actualmente ejerce como profesor de piano y lenguaje musical en el Patronato Municipal, además de arreglista, compositor y pianista del coro.

Pese a este envidiable currículum, el Cor Ciutat d’Eivissa sigue siendo un espacio abierto y que, a su manera, es un réplica a escala de la variedad de la sociedad ibicenca: «Es un grupo muy variopinto. Tenemos de todo. Profesores, médicos, enfermeros, amas de casa, controladores aéreos, bomberos… incluso políticos», enumera San Miguel, quien se mantiene al frente de la formación y que asume también el papel de motivador: «Puedes tener muchos conocimientos, pero si no llegas a la gente y no les entusiasmas, tienes un problema. El papel del director del coro es aunar voluntades en un proyecto común, y aquí el ingrediente humano es importantísimo».

Además del liderazgo y el papel catalizador de San Miguel, los cantantes también reciben un refuerzo de formación en técnica vocal a cargo de la soprano Irantzu Bartolomé. En este caso, las clases se desarrollan los viernes alternos, y a ellas asiste solo la mitad de los miembros del coro. «El resultado es que, a pesar de ser un grupo amateur, obtenemos unos frutos casi profesionales y este grupo consigue cantar repertorios del mundo sinfónico coral con calidad», señala el director.

San Miguel asegura que seguirá al frente del Coro mientras mantenga la conexión con el grupo: «Hay sufrimiento, pero también muchísimas satisfacciones personales. El día que note que los cantantes se han cansado de mí, será el momento de dejarlo. Pero mientras ellos lo sigan disfrutando tanto como yo, seguiremos».