Una atmósfera especial se respira en el Bar Anita, quizá más conocido como Ca n'Anneta. La historia que albergan sus paredes va más allá de la evolución de una familia (que también). Esos muros recogen muchos de los cambios de la isla: desde la rural Ibiza del siglo XIX, cuando abrió como una pequeña tienda de ultramarinos y bar, pasando por el asentamiento de los hippies en los años sesenta, hasta reflejar la diversidad de la población actual.

Hoy, pocos son los que visitan Ibiza sin pararse a tomar una copita de hierbas ibicencas, y muchos los residentes que van haciendo paradas en sus salones para disfrutar de su sencilla carta de comidas, de su mágico ambiente.

La variedad es la reina en el Bar Anita. En su mesa se pueden comer varios tipos de carnes como las ricas chuletas de cordero, pinchitos, un entrecot y escalopes, entre otros. También se sirven calamares, emperador, sardinas o huevos estrellados, además de ensaladas, pizzas, platos de pasta o bocadillos. Las tapas caseras son otra opción en el Bar Anita: tortilla de patata, frita de pulpo o frita de cerdo suelen encontrarse en su barra.

Bar Anita abre todo el año, y durante todo el día. Un punto de encuentro para toda la isla.