El café Caleta es una bebida de sobremesa que se degusta en la actualidad como café-licor después de las comidas tradicionales, eventos familiares, un día de pesca o de una ballada, en eventos gastronómicos populares y en algunos restaurantes de cocina ibicenca.

El origen de esta bebida, que tiene claras semejanzas con la queimada gallega, no está del todo claro aunque la leyenda popular se lo atribuye a dos pescadores ibicencos que hicieron el servicio militar en A Coruña en los años cincuenta y que, a la vuelta a casa, comenzaron a preparar el café Caleta como bebida para festejar la faena pesquera del día, una vez concluida, en las casetas de pescadores.

Pep Puyolet y Pep es Boix, dos pescadores y amigos de Sa Caleta (de ahí proviene el nombre de café Caleta) son los supuestos creadores de esta popular bebida que se asemeja a la queimada cambiando básicamente el orujo gallego por un brandy barato nacional... y sin conjuro. Algo que al parecer se perdió en el camino.

Esta original bebida tuvo una inmediata aceptación entre los pescadores de sa Caleta y alrededores, donde los 'inventores' eran propietarios del chiringuito que hoy en día es el restaurante de esta playa. Con el tiempo y el rigor climático del invierno se popularizó entre el público en las fiestas de pueblos hasta llegar a la carta de algunos restaurantes tradicionales. En la actualidad, se puede obtener incluso preparado en botella en la Destilería Ibiza/Fluxà.

La elaboración de este café aromatizado contempla distintas variantes según la zona de la isla y el maestro cafetero que lo prepare. Hay elementos comunes y distintas versiones que no alteran el resultado final, pero sí el sabor. Como bebida popular tampoco tiene un origen técnico bien definido en sus elementos esenciales. Sí es habitual utilizar brandy corriente ya que, según apuntan los expertos, cuanto peor sea, mejor quema.

Tampoco las cantidades están nada definidas, lo que permite que cada maestrillo aplique su librillo con el azúcar, el tipo de café y la piel de la naranja y el limón, que son los que proporcionan el grado de acidez. El café es un elemento fundamental y también permite la interpretación gastronómica: hay quien utiliza solo granos de café para obtener el sabor más genuino y otros, sin embargo, preparan un café en cafetera y lo añaden.

La cacerola de barro es el recipiente genuino y, junto al fuego de leña, proporcionan el sabor auténtico del café Caleta original. El otro secreto es la forma y tiempo de quemar el alcohol, dado que originariamente era una bebida de pescadores, lo normal es hacerlo al aire libre y quemarlo al gusto para que sea más suave o más fuerte, y sobre todo hay tener mucho cuidado con la llama.

La llama del fuego es espectacular y forma parte del ritual, cuando esta se torna de color azul es la señal para apagar el fuego y disfrutar de una bebida caliente a pie de mar, en pleno campo o en las terrazas de una casa rural o moderna especialmente en otoño e invierno.

Los amantes de esta popular bebida interesados en su elaboración pueden hacer un cursillo con el artesano licorero Joan Fluxà en las instalaciones de la Destilería Ibiza/Fluxá ubicada en Can Ramón.