El Palo vuelve a estar de moda, en el marco de una cultura del ‘vermut’ que se está recuperando, y que en el caso del original liderado por la Familia Marí Mayans, cuenta con muchos fieles adeptos. Este licor es el aperitivo ibicenco por excelencia para abrir el apetito antes de la comida. La forma más tradicional de degustarlo es en copa o en vaso alto, con una rodaja de limón exprimida con todo su zumo, unos cubitos de hielo y dos o tres gotas de ginebra. Para darle un punto más suave, se le puede añadir sifón, gaseosa o agua con gas, reduciendo así el punto amargo de la bebida y realzando su sabor dulce.

Palo Familia Marí Mayans, cuya receta tradicional no ha variado en 140 años, se consideró en sus orígenes un digestivo y fue utilizado como remedio para bajar la fiebre, haciéndose muy popular en la lucha contra el paludismo. Un licor que acompaña a los ibicencos en los momentos especiales.