El 47% de las plazas turísticas que hay en Formentera son viviendas

Es la isla balear con el mayor porcentaje de inmuebles usados para ese fin

Imagen de Formentera tomada desde el mirador situado en la subida a la Mola.  | SERGIO G. CAÑIZARES

Imagen de Formentera tomada desde el mirador situado en la subida a la Mola. | SERGIO G. CAÑIZARES

E.P.

Palma

El Informe Mar Balear 2024 advierte de que la gran presión humana y turística en el archipiélago causa un gran número de impactos sobre el medio marino, en buena parte debido al aumento en la producción de residuos y en el consumo de recursos. El estudio, un proyecto colaborativo en el que participan todas las instituciones de investigación marina de Balears y varias entidades, advierte de que la presión humana y turística causa efectos en las playas y las especies costeras.

Así, recuerda que Balears es una Comunitat esencialmente turística, con esta industria como principal motor del economía y que el 99,1% de las plazas turísticas se concentra en municipios de costa. En cuanto a las plazas legales, se ha pasado de 14.609 en 1959 a 607.522 en 2023, multiplicándose por 41 el número de plazas en 65 años.

Las plazas turísticas en viviendas turísticas, agregan, han ido ganando importancia en relación con las plazas de alojamiento turístico. De este modo, en Mallorca, el año 2024 hubo un total de 103.915 plazas de alquiler turístico, mientras que había un total de 309.728 plazas de alojamiento turístico.

Las plazas turísticas

Formentera es la isla con un mayor porcentaje de plazas turísticas en viviendas de vacaciones, con un 47 por ciento en 2021 y 2022, mientras que Ibiza es la isla que tiene un porcentaje menor, con un 19,8% en 2022.

Desde el Informe argumentan que la afluencia de turistas impacta directamente sobre el Indicador de Presión Humana, al alza en todas las islas.

Este aumento es mayor en el caso de Mallorca, seguida por las Pitiusas y, en último lugar, por Menorca, que es la isla que presenta una tasa de crecimiento poblacional menor, tanto residente como visitante.

El aumento de la población visitante provoca picos de más de dos millones de personas a la vez en Balears. En 2024 se superaron los máximos de presión humana registrados hasta el momento en la Comunitat.

34 gramos de arena por turista

Según el informe, cada bañista se lleva unos 34 gramos de arena de forma involuntaria cada vez que visita una playa. A esto hay que sumar la eliminación de arena de las playas durante las maniobras de retirada de los restos de posidonia acumulada que se llevan a cabo durante la temporada turística.

En un contexto de cambio global, en que la subida del nivel del mar amenaza la desaparición de la mitad de la superficie aérea de las playas a finales de siglo, alertan de que estas pérdidas de arena contribuyen a «poner todavía más en peligro» el futuro de las playas de las islas.

En relación con los efectos de la masificación sobre las especies costeras, el informe hace referencia a varias circunstancias como las cremas solares, el ruido o las aguas residuales.

Las cremas solares se disuelven en el agua y pueden provocar diferentes tipos de afectaciones en los organismos marinos e interferir en el intercambio de gases entre la atmósfera y el agua de mar. Además, la masificación de la costa afecta al comportamiento de organismos, como por ejemplo los delfines.

Por otro lado, el ruido afecta también negativamente a un gran número de especies marinas. Desde el Informe apuntan que hay estudios que demuestran que incluso la posidonia se ve negativamente afectada por el ruido provocado por los barcos.

Asimismo, la elevada presión humana produce una gran generación de aguas residuales, que tienen que ser tratadas a las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).

El Informe Mar Balear apunta que el número de visitantes ha aumentado de 320.000 en 1959 hasta un máximo 18,7 millones en 2024, es decir, se ha multiplicado por 58 en 66 años.

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