Activada la recuperación en Formentera de la caseta del telégrafo

La entrada a pie al Parque Natural de ses Salines en Formentera, donde se encuentran varias de las playas más concurridas y famosas no sólo de las Pitiusas sino de España y Europa, como ses Illetes y Llevant, está presidida desde hace décadas por una ruina absoluta. Se trata de la antigua caseta que acogía la línea del telégrafo que llegaba a la isla desde Ibiza mediante un cable submarino. Esta construcción de principios del siglo XX, declarada además Bien de Interés Cultural (BIC), se encuentra en sa Vénda des Brolls, a escasos metros de la costa y de la zona portuaria de la Savina, y hace apenas unas semanas se quedó sin techo debido a los efectos de un temporal.

El Consell de esta isla no es ajeno al estado de abandono de esta caseta, también conocida como des Carabiners, cuyo vallado está destrozado y que representa un peligro evidente. Ya en 2011 recibió un proyecto que había encargado a unos arquitectos para su recuperación, Juan José Serra Rodríguez y Ana Belén Villafranca Villanueva. Entonces, el proyecto básico y de ejecución para la restauración de esta caseta, previsto en un plazo de tres meses, ascendía a 50.000 euros.

Pero nunca más se supo. Hasta hace un año. En concreto hasta marzo de 2024, cuando el Consell decidió, «atendiendo al tiempo transcurrido desde la redacción» de ese primer proyecto de 2011, al «mayor deterioro» que había sufrido la caseta en esos trece años, y debido a «la variación al alza de los precios» de los materiales para su reconstrucción, encargar una revisión y actualización del coste de ese proyecto básico.

También aludía el Consell el año pasado para justificar este revisión a «las técnicas constructivas y procedimientos de restauración», que al parecer han variado desde entonces.

Los profesionales encargados de esta revisión son los mismos, ahora a través del despacho Villafranca i Serra Arquitectes SCP. El nuevo proyecto se encuentra actualmente en periodo de exposición pública y tiene un presupuesto de 98.672 euros, que casi duplica al primero.

En cualquier caso, en diciembre de 2023, el Consell informó de que incluía esta remodelación dentro de los 630.000 euros que había autorizado entonces el Govern para Formentera para sufragar «diferentes actuaciones» con los fondos del Impuesto del turismo sostenible, la antigua ecotasa.

Desde el Consell explican ahora que el proyecto se encuentra en fase de exposición pública y que, una vez se estudien las posibles alegaciones que se presenten (la institución no espera demasiadas para una obra de estas características), se procederá a licitar los trabajos de reforma.

En el camino del tren

La caseta del Telégrafo se encuentra en suelo rústico protegido dentro del Parque Natural de ses Salines.En una Área Natural de Especial Interés (ANEI) dentro del dominio público terrestre, «que incluye la barra litoral que separa el mar de s’Estany Pudent».

Su acceso es posible a través del camino de sa Guía, que «corresponde al trazado del antiguo tren salinero que comunicaba el puerto de la Savina con las instalaciones salineras que había en las Salinas d’en Marroig, situadas al norte de la isla», según se puede leer en la memoria descriptiva del proyecto.

Este camino, añade el documento, «constituye el verdadero eje vertebrador de un recorrido presidido por el potente patrimonio salinero que lo rodea», un entorno en el que se encuentran «diversos elementos de interés patrimonial integrados al igual que la caseta del Telégrafo en el BIC de ses Salines o con declaración propia de BIC, como sa Séquia», un antiguo vivero excavado en la roca situado en la entrada del canal que conecta el mar con s’Estany Pudent.

Esta vieja y destartalada caseta fue en su momento, en los inicios del pasado siglo XX, todo un símbolo de modernidad para Formentera, ya que se construyó, con las características propias de la arquitectura industrial de la época, para acoger la conexión terrestre del cable del telégrafo que comunicaba con Ibiza.

La oficina, en Sant Francesc

«La oficina del telégrafo se encontraba en la plaza de la iglesia de Sant Fracnsc Xavier y el responsable de la estación telegráfica fue durante muchos años Antoni Juan Ferrer Pujolet», detalla la memoria descriptiva del proyecto de reforma de 2011.

No se aporta una fecha concreta de la construcción de esta caseta, pero sí se indica que Formentera «quedó fuera del primer proyecto» de conexión de las Pitiusas con Valencia y Mallorca, que en 1860 se hizo realidad gracias al primer cable submarino. «No fue hasta finales de 1923 cuando se tendió un cable que la comunicaba [Formentera] con Ibiza».

Esta línea submarina del telégrafo, «partía de la playa de sa Trinxa, en ses Salines de Ibiza, y llegaba [a Formentera] hasta la playa de Tramuntana, también cerca de ses Salines de Formentera». Esta conexión, añade la memoria del proyecto, fue posible gracias en gran parte a la empresa Salinera Española, que «siempre tuvo mucha influencia en decisiones de este tipo».

Para los arquitectos redactores del proyecto, recuperar esta caseta «supone salvaguardar la memoria de un momento de la isla de Formentera en el que se dio un paso más para acabar con su aislamiento secular».

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