Pleno extraordinario y de urgencia

La izquierda de Formentera echa otra mano a Sa Unió para aprobar su presupuesto

La abstención de Gent per Formentera y el PSOE permite que el nuevo gobierno en minoría de Sa Unió saque adelante unas cuentas de 45,3 millones, con casi cinco millones en inversiones

Los representantes de los dos grupos de la izquierda de Formentera, en una imagen de archivo.

Los representantes de los dos grupos de la izquierda de Formentera, en una imagen de archivo. / Carmelo Convalia

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

El nuevo gobierno de Sa Unió de Formentera, en minoría, ha dado un paso adelante en su camino para tratar de recuperar «la normalidad» institucional tras aprobar esta mañana, en un pleno extraordinario y de urgencia, el presupuesto de este año gracias, con su abstención, a la ayuda de los dos grupos de la izquierda: Gent per Formentera y PSOE. Sólo el expresidente y actual conseller no adscrito, Llorenç Córdoba, que se ha erigido en el único representante de la oposición, ha votado en contra.

Como era de esperar, Córdoba no sólo ha cargado contra sus anteriores compañeros de gobierno sino también contra GxF y el PSOE, a los que ha echado en cara el hecho de ser «muy tolerantes» con Sa Unió. Es más, Córdoba ha dicho que la realidad es que el nuevo gobierno de Formentera está formado por 16 consellers y cuatro partidos. «Cada uno hace su papel, pero gobiernan todos juntos. Soy la única oposición que hay. Parece que soy el único que molesta», ha subrayado, al tiempo que también ha criticado a la izquierda, a la que ha calificado de «los amiguetes» del nuevo gobierno, por «engañar a los ciudadanos» al facilitar la aprobación del presupuesto con su abstención: «Dejen de dar vergüenza diciendo que no pueden votar a favor porque, pobres, no se ha incluido en el presupuesto todo lo que pedían».

Subida de sueldo de los jefes de la oposición

En este sentido, el expresidente ha pedido explicaciones por el incremento del 50% del sueldo de los jefes de los grupos de GxF y el PSOE aunque, acto seguido, sin esperar una respuesta del equipo de gobierno, ha lanzado lo siguiente: «Ahora se entienden muchas cosas». En su réplica, el conseller del PSOE Rafa Ramírez, además de lamentar el egocentrismo de Córdoba, le ha dicho que dicha subida «le molesta porque no es un demócrata». Así, Ramírez ha destacado que la primera acción política de Córdoba como presidente fue «reducir los derechos y la dedicación de la oposición». «Ahora se ha intentado restituir estos derechos», ha agregado. Dicho esto, el socialista ha manifestado que hay que tener «la cara dura» para lanzar esta crítica cuando Córdoba, aparte del salario de la institución, se lleva 25.000 euros en dietas del Parlament, más las de la Autoridad Portuaria, y, además, ha conseguido quedarse con el dinero que el Parlament asigna a su grupo.

Sobre el presupuesto, el conseller de Hacienda, Javier Serra, ha explicado que este año el Consell gestionará un total de 45,3 millones de euros, un 4,2% más que el anterior, y en el que destaca un incremento del gasto de personal (19,9 millones en total) y del 10,3% en el capítulo de inversiones (casi cinco millones en conjunto). Algunas de las actuaciones proyectadas son la adecuación de la calle Punta Prima de es Pujols, la renovación del depósito de distribución de agua de es Ca Marí y el de Sant Ferran, la ampliación y mejora del parque de bomberos o, entre otras, la mejora de las pistas deportivas del colegio Mestre Lluís Andreu.

Centro cultural de Sant Ferran

Para sacar adelante el presupuesto, con la abstención de la izquierda, el equipo de gobierno ha incorporado algunas demandas de los dos grupos, como la convocatoria de un concurso de ideas para reconvertir la escuela vieja de Sant Ferran en un centro cultural o el compromiso, de cara a 2026, de incorporar una partida de participación ciudadana, y a su vez la ejecución de los proyectos acordados por esta vía hace unos años y que siguen pendientes.

La portavoz de GxF, Alejandra Ferrer, ha manifestado que la abstención de su grupo es «un voto de confianza» porque, aunque no estén de acuerdo en una parte del presupuesto, «lo más importante es acabar con la parálisis de la institución de este último año y pico». «Estaremos atentos, y con la mano tendida, para que se cumplan los compromisos adquiridos y se recupere todo el trabajo que no se ha hecho», ha remarcado.

En este sentido, el socialista Ramírez también ha destacado que no son ni las cuentas ni el gobierno que su grupo desea, sin obviar «el absoluto desastre y la vergüenza que se ha vivido» con Córdoba a los mandos del Consell, pero que «por un gesto de responsabilidad» no iban a impedir su aprobación. En todo caso, entre otras cosas, el grupo socialista, al igual que GxF, ha criticado la subida lineal del 30% de la tasa de basura «a todo el mundo» en lugar de aplicar el principio de que «quien más contamine pague más».

Sobre esta cuestión, el conseller de Hacienda, que ha agradecido en varias ocasiones «el tono y el esfuerzo» de la izquierda, se ha comprometido a trabajar conjuntamente para abordar esta cuestión, aunque ha apuntado que se ha aplicado una subida lineal por igual a todos pero con «los criterios» aprobados anteriormente por el gobierno progresista. «Se ha de reconducir. Tiene nuestro compromiso de sentarnos y llegar a un acuerdo para que [la tasa] sea justa para todo el mundo», ha destacado.

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