Sector hotelero
El RIU La Mola de Formentera subirá de categoría tras seis meses de obras
Las obras para la remodelación integral del establecimiento hotelero han desplazado a la isla a entre 300 y 400 trabajadores de la construcción

Fachada principal del hotel RIU La Mola durante las obras. | P.M.V.
El Hotel RIU La Mola, situado de manera privilegiada justo a pie de playa en la vertiente de Migjorn de Formentera, poco antes de que comience la escarpada subida hacia el promontorio de la Mola, fue construido en 1973 y ha estado presente prácticamente desde el principio del desarrollo de la isla como destino turístico. Desde el pasado mes de noviembre, el hotel está inmerso en una remodelación integral que se prolongará hasta abril, ya que prevé abrir sus puertas para el periodo vacacional de Semana Santa.

La actividad en el hotel es frenética para cumplir con el plazo previsto. | P.M.V.
La magnitud de los trabajos que se realizan en los diferentes inmuebles que conforman la propiedad ha obligado a trasladar a Formentera a entre 400 y 500 trabajadores, una población flotante que ha dejado sentir su presencia en una isla con poco más de 11.400 habitantes censados pero con muchos de ellos ausentes durante la temporada de invierno.
Además de ocupar numerosos apartamentos que durante el verano se destinan al alquiler turísticos, muchos trabajadores han viajado hasta Formentera, procedentes de diferentes lugares de la Península pero también del resto de Baleares y Canarias, con sus propios vehículos, aumentando la ocupación de las carreteras en momentos muy puntuales del día, como al principio y al final de sus jornadas laborales.
El trasiego de camiones cargados de material de obra también es evidente, pero no llama la atención, ya que en la isla es habitual que el invierno se destine a mejoras en las viviendas y los establecimientos turísticos.
Bares y supermercados
En los pocos bares y restaurantes abiertos en invierno en Formentera, sobre todo los situados en Sant Ferran, localidad más cercana al hotel, aseguran haber notado un incremento de clientes, con grupos de obreros habituales a la hora del desayuno y la comida. También en los pequeños supermercados de la zona hay «hora punta» a media tarde, cuando terminan los turnos y pasan a comprar «sobre todo mucho pan», comenta la empleada de uno de ellos.
Otra opción con la que cuentan los trabajadores en este sentido es la carpa instalada en medio de la obra que se utiliza como cantina y donde los trabajadores pueden desayunar y comer los productos que lleva hasta allí una empresa de restauración de la isla.
Mismas habitaciones
Propiedad de RIU Hotels & Resorts desde 1993, desde el grupo empresarial informan de que, tras la reforma, el hotel aumentará su categoria de cuatro estrellas a cuatro estrellas superior, pasando a ser considerado Riu Palace, el producto premium de la cadena.
Toda la reforma se va a realizar sin ampliar la volumetría del establecimiento, «reemplazando volúmenes que estaban obsoletos para darle una mayor utilidad a todos los espacios del hotel», explican desde el grupo empresarial.
La zona de acceso al inmueble principal, el vestíbulo, ganará en espacio y altura, y en el exterior se instalará un escenario para actuaciones. El número de habitaciones se mantiene en las 345 que había hasta ahora, pero se reformarán completamente para ampliarlas y adecuarse a la nueva categoría del hotel. Habrá un nuevo restaurante, que se sumará a los dos actuales y en el área ubicada en primera línea de playa se añadirá un nuevo miniclub con piscina para niños. En total, el establecimiento tendrá cuatro piscinas: tres para adultos y una para niños.
Respecto a la plantilla de empleados que hará funcionar este hotel, uno de los más grandes de Formentera, pasará de 190 a 215, que se alojarán en unos bloques de pisos ubicados en Sant Ferran propiedad de la cadena hotelera y que pone a disposición de sus trabajadores desde que tomó las riendas del RIU La Mola.
A nivel de sostenibilidad, en sus nuevas instalaciones el hotel contará con placas fotovoltaicas en las cubiertas de los edificios y se realizará una instalación de climatización nueva con bomba de calor geotérmica «con el objetivo de reducir la huella de carbono, que ya se ha reducido en un 50% en los dos últimos años», según RIU. Además, desde la cadena hotelera aseguran que se ha reutilizado todo el material posible y se está clasificando y reciclado correctamente el material restante.
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