Crisis institucional en Formentera

Córdoba denuncia «mala fe» de la Comisión del código ético del Consell

El presidente considera nulo el dictamen porque no han respondido a su petición de audiencia y recusa a dos de sus cinco miembros por «clara animadversión» hacia su persona

Llorenç Córdoba, presidente del Consell insular, posa ayer para este diario en el Centro Naútico de la Savina. | P.M.V.

Llorenç Córdoba, presidente del Consell insular, posa ayer para este diario en el Centro Naútico de la Savina. | P.M.V.

Pilar Martínez

Pilar Martínez

El pasado mes de marzo, el pleno del Consell de Formentera aprobó una proposición del PSOE para convocar de urgencia la Comisión de seguimiento del código ético para que elaborara un dictamen sobre la crisis que vivía la institución y que aún perdura. Según los plazos previstos, este informe debería presentarse a más tardar en el pleno ordinario del mes de octubre, que se celebrará el próximo jueves 31, pero no está claro que así sea, ya que el presidente del Consell, Llorenç Córdoba, ha presentado un documento en el que recusa a dos de los integrantes de la comisión, un hecho que, en principio, no permitiría hacer público el contenido del dictamen, ya elaborado desde el 2 de octubre y custodiado por el secretario general de la institución.

Según explicó Córdoba ayer a este medio, él mismo presentó un trámite de audiencia «doce días antes de que se cerrara el dictamen» sin recibir ningún tipo de respuesta por parte de la Comisión de seguimiento. El presidente aseguró que «quería aportar documentos que consideraba importantes para que pudiesen evaluar» sus acciones, hablar con ellos y que le pudieran «preguntar cualquier duda», pero «ni siquiera» llegaron a responderle, cosa que es obligatoria. «También existe un plazo de alegaciones que podría haber presentado» si le hubieran contestado negativamente a esa petición de audiencia, continuó Córdoba. Tan solo este hecho «provoca la nulidad del informe», según el presidente.

La moción de censura

Al respecto, el mandatario consideró ayer que «este movimiento no entra dentro de lo normal, no tiene ninguna lógica», y agregó que, «aunque el resultado no es vinculante, en prensa ya se está diciendo, sobre todo por parte de los socialistas, que según el resultado harán una moción de censura con Sa Unió, o al menos eso es lo que yo interpreto».

La segunda razón por la cual Llorenç Córdoba considera que el dictamen de la Comisión de seguimiento es nulo y no debería hacerse público, es su recusación a dos de sus cinco miembros: el exnotario de Formentera y una letrada del Consell. .

Animadversión hacia él

El presidente basa su recusación en que ambos han mostrado animadversión hacia él. «Yo sabía desde el principio que algunos de los integrantes de la comisión tenían sus opiniones no precisamente positivas sobre mí, pero confiaba en que todo se hiciera como se debía hacer y según el proceso administrativo», declaró ayer Córdoba, «pero ahora empiezo a pensar que hay mala fe en toda esta actuación», añadió.

Recordó que el exnotario de Formentera publicó un escrito en un medio diciendo que él «tenía que dejar el puesto de presidente» y en el caso de la letrada indica que su presencia contradice la norma del Código ético que dice que «no puede formar parte de la comisión de seguimiento una persona que haya trabajado durante los dos últimos años para la persona que se va a evaluar».

Además, Córdoba aludió a que esta letrada trabajaba en el área de Litoral y el pasado mes de marzo firmó un documento junto a otros seis trabajadores del mismo departamento pidiendo su traslado por la «falta de confianza y de respeto» por parte del presidente hacia el trabajo que se hacían. Recientemente, ha sido trasladada al departamento de Asuntos Sociales «porque allí hacía más falta» y porque se está «remodelando el departamento de Litoral», según aseguró ayer el presidente.

Córdoba declaró que para ambas recusaciones se basa «en artículos del Código ético» y amplió sus razones para dudar de la objetividad del dictamen de la Comisión asegurando que «se ha acelerado cerca de un mes el cierre del informe, que estaba previsto para finales de octubre».

También contempla la posibilidad de recusar en un futuro cercano al presidente de la Comisión, el conseller de Gent per Formentera (GxF), José Marí Mayans, si este no se desmarca de la postura de su grupo político, que exige la dimisión de Córdoba desde hace meses

Nueva Comisión

Cuestionado sobre la dificultad de componer una Comisión de seguimiento con personas que en ningún momento hayan mostrado animadversión hacia él o pedido directamente su dimisión, especialmente en el caso del presidente del órgano, que debe ser un conseller, Córdoba respondió que a José Marí Mayans todavía no lo había recusado y para el resto «hay sustitutos previstos», como la actual notaria de la isla y otra letrada de la institución.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents