El Govern balear y el Consell de Formentera rindieron homenaje ayer sábado a cinco formenterenses víctimas del nazismo, todos ellos deportados a Mauthausen en 1940 y posteriormente asesinados en Gusen, con la colocación de cinco stolpresteine que honrarán su memoria en los lugares en los que vivieron.

Tres adoquines dorados de latón y con una breve biografía recordarán las vidas de los deportados a campos de concentración nazis Jaume Colomer, Miquel Costa y Josep Riera frente al Centre Artesà de Formentera Antoni Tur Gabrielet, en Sant Francesc; un cuarto recordará la de Jaume Roig frente a la Casa del Poble de La Mola; y el quinto, colocado en la calle Mayor de Sant Ferran de Ses Roques, a la altura de la iglesia, recordará la de Antoni Planells.

«Es importante que la sociedad formenterense tenga presente que éstos son unos adoquines que celebran la vida de estas personas, y que las recuerdan en los lugares donde nacieron y donde vivieron, en las calles por las que pasearon. Memoria es recordarlos, y memoria es también recordar que el nazismo los mató», señaló el secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática, Jesús Jurado.

Por su parte, la presidenta del Consell, Ana Juan, destacó de esta iniciativa que «saca del anonimato miles de historias que en Formentera conocemos de primera mano, y hace más visible y personal la tragedia que sufrieron las víctimas del fascismo. También es una manera de devolver su nombre y su memoria».