Hace meses me rompí y comencé a padecer una depresión. Mi compromiso me empujó a seguir con mis responsabilidades políticas a la vez que iniciaba mi recuperación, que no está siendo fácil”. Así, con absoluta sinceridad, explica Susana Labrador en una carta abierta a la ciudadanía su dimisión como vicepresidenta segunda y consellera de Educación y Cultura del Consell de Formentera, que la institución ha anunciado hoy mismo y que se hará efectiva en el próximo pleno. Labrador también anuncia el fin de su camino "en primera línea política".

Hace años que se habla de la necesidad de hacer visibles los problemas de salud mental, de poder explicarlos con la misma normalidad que cualquier otra afección física, pero los tabús aún no se han roto. Hemos visto, con cuentagotas, reconocer sus problemas de salud mental a personalidades del mundo del deporte o la cultura, como la gimnasta Simone Biles o el humorista Ángel Martín, pero no es nada común que un político lo exprese con total honestidad. Solo la ya ex primera ministra de Nueva Zelanda lo hizo hace algunas semanas, cuando confesó que ya no tenía “suficiente energía para desarrollar el cargo como es debido”. “Soy humana, los políticos somos humanos. Lo damos todo, todo el tiempo que podemos. Y entonces llega la hora. Para mí ha llegado la hora”, sentenció Jacinda Ardern.

Labrador, de Gent per Formentera, explica su renuncia en parecidos términos: “Esta recuperación me llevó a tomar decisiones como la de no presentarme a la reelección como secretaria general [de GxF] y poder dedicar todas mis fuerzas a mi recuperación y al trabajo como consellera de Cultura y Educación, dos áreas que amo, en las que he creído y creo y en las que he trabajado con fuerza, compromiso, responsabilidad, ilusión y honestidad”, dice en la carta.

"Poder recuperarme"

En ella cuenta que el pasado noviembre sufrió una recaída que la llevó a coger una baja laboral por recomendación del médico para dar prioridad a su salud: "Para poder recuperarme del todo y seguir hasta finales de legislatura para cumplir con el mandato y la confianza depositada en mí”. “Pasados dos meses ‑continúa‑ y viendo que aún no puedo afrontar mis responsabilidades como consellera con todo el esfuerzo y fuerza que requiere, he tomado la decisión de retirarme, y lo hago por compromiso hacia el trabajo que todas y todos hacemos por Formentera, y para dedicar todas mis fuerzas a mi recuperación. Esta es la única y verdadera razón de mi decisión”, prosigue. De hecho el Consell había delegado sus competencias hace meses en dos compañeras, Educación en la vicepresidenta Alejandra Ferrer y Cultura en Vanessa Parellada.

“Ha sido un privilegio y un honor haber podido trabajar para Formentera y especialmente para nuestra cultura y patrimonio, para la defensa de nuestra lengua y de la educación pública de calidad e inclusiva y espero seguir haciéndolo desde el lugar que me depare el futuro. Ha sido un placer conocer tanta gente maravillosa que ama a Formentera y gente que lucha por una Formentera mejor y compartir momentos e hitos que serán inolvidables para mí”, concluye la carta.

Por su parte, GxF ha remitido un mensaje a la militancia del partido en el que da cuenta de la dimisión de Labrador “por motivos de salud”. “Ella misma, en una carta valiente y honesta ha explicado su decisión a la militancia y simpatizantes. Como formación solo nos queda transmitirle nuestro apoyo, admiración y reconocimiento y desearle que se recupere pronto”, señala el mensaje.

También la presidenta del Consell de Formentera, la socialista Ana Juan, que gobierna en coalición con GxF, le ha mostrado su apoyo a través de las redes sociales: “Gracias Susana Labrador por tu trabajo y dedicación. Como bien dices no han sido años fáciles, pero hemos trabajado siempre desde el respeto y por Formentera. Desearte lo mejor y que te recuperes pronto”.