La vuelta a nado a Formentera por la fibrosis quística, que desde hace más de veinte años organiza la Fundación Respiralia y la Asociación Balear de Fibrosis Quística, ya no se celebrará en esta isla. El motivo, según la organización, son las condiciones que les impone el Consell, concretamente el área de Deportes, para poder acomodar a 150 personas en un espacio público y bajo el mismo techo, durante tres noches. Lo que según el director gerente de la fundación, Carlos Pons, hace inviable mantener la cita benéfica y el espíritu de convivencia entre los participantes que la caracteriza. Este evento se organiza para recaudar fondos para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad hereditaria e incurable.
El director de Respiralia explicó a Diario de Ibiza que las diferencias ya surgieron el pasado año, cuando se trasladó la cita al mes de septiembre debido a la pandemia. Entonces, el Consell avisó a finales del mes de junio que no podía garantizar el alojamiento de la expedición, que finalmente fue de 119 participantes por motivos sanitarios.
«La conselleria de Deportes de Formentera nos ha comunicado que no va a colaborar, como ha venido haciendo desde hace 20 años, ni con instalaciones públicas ni económicamente si no hacemos la vuelta entre octubre y mayo», aseguró Pons. Cuando la prueba se ha celebrado siempre en el mes de junio.
Pons considera que con esas condiciones «se desvirtúa el espíritu de convivencia de Respiralia, que se ha caracterizado por ser único. Sin ayuda institucional de instalaciones ni económica no podemos organizar este evento benéfico porque no vale la pena, vamos a salir perdiendo».
"Sin ayuda institucional de instalaciones ni económica no podemos organizar este evento benéfico porque no vale la pena, vamos a salir perdiendo"
El Consell de Formentera firma cada año un convenio de colaboración «de 2.850 euros anuales, menos el año pasado que nos pagaron el alojamiento de la organización a través de la Inmobiliaria Sa Punta y la consellera nos pagó el importe de esa factura, que nosotros abonamos a esa inmobiliaria y que era de 4.600 euros».
Carlos Pons apuntó que 2021 fue la excepción, ya que normalmente se alojaban en espacios públicos. Pero resulta que esa inmobiliaria es de un familiar directo de la consellera de Deportes, Paula Ferrer, según indicó el director gerente de Respiralia.
Paula Ferrer negó que hubiera facilitado el alojamiento a través de la empresa de su familiar, y explicó: «El pasado año, por motivos sanitarios, en junio avisamos de que no podíamos facilitar el espacio [polideportivo] ni los colchones porque los desechamos. Entonces ya hubo sus más y sus menos porque nos decía [Pons] que tenía a 150 personas comprometidas».
Ante la premura de la cita de 2021, en septiembre, la consellera explicó que propuso intentar «buscar en todos los sitios alojamientos a través de agencias de viajes, las asociaciones del sector e incluso se miro en Booking, pero no se encontraba nada». «Entonces -añadió- le dije que mirara inmobiliarias y le di un montón de contactos entre el que estaba el de mi madre, él [Pons] encontró donde encontró y creo que fue la inmobiliaria de mi madre, pero contactó él directamente, yo no intervine», aseguró Ferrer.
Respecto a los motivos por los que finalmente el Consell deja de apoyar la vuelta a nado, reiteró: «Nosotros no nos hemos negado a seguir colaborando si el evento se hacía aquí pero no veíamos viable el hecho de que durmieran todos juntos en el polideportivo. Entonces le dije que alojar a 200 personas es muy complicado».
