«Hay relación directa entre el consumo de pornografía y la violencia machista»

Teresa Lozano y Zua Méndez, creadoras del canal de comunicación feminista Towanda Rebels, participan en las actividades organizadas por el Consell de Formentera y Espai Dones con motivo del Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres

Teresa Lozano y Zua Méndez, de Towanda Rebels, en el puerto de la Savina, Formentera.

Teresa Lozano y Zua Méndez, de Towanda Rebels, en el puerto de la Savina, Formentera. / Carmelo Convalia. Formentera

Carmelo Convalia

Carmelo Convalia

Teresa Lozano y Zua Méndez son dos amigas y actrices que crearon, hace cuatro años, Towanda Rebels, un canal de comunicación feminista. Si algo las distingue es su lenguaje, directo y claro, para defender los derechos humanos, especialmente los de los sectores sociales más vulnerables y contra la violencia machista.

Una es periodista y la otra es licenciada en Humanidades y juntas han apostado por concienciar y formar parte activa de la revolución social y cultural que representa poner a la mujer en el mismo papel, en todos los sentidos, que tiene el hombre en nuestra sociedad.

Todo comenzó cuando se decidieron a subir vídeos a la red sobre feminismo. Uno de ellos fue sobre la violación en grupo de los Sanfermines de 2016 , ‘Yo sí te creo’, y tuvo gran repercusión. Al poco tiempo el vídeo contra la prostitución ‘#HolaPuterose hizo viral. Se le suma la publicación del libro ‘#HolaGuerrera’ (Editorial Aguilar) y de otro, en febrero de este año, en el que cuentan con diversas colaboraciones y que se titula ‘No somos princesas, somos guerreras’.

A través de sus redes sociales, de sus libros, vídeos y obras de teatro dejan claro que con su compromiso forman parte de una generación dispuesta a romper moldes en la lucha por la igualdad de las mujeres. Desde hace tres años no paran de viajar, ofreciendo conferencias y estando en contacto, especialmente con jóvenes y colectivos feministas. Ellas mismas se muestran sorprendidas, aunque reconocen que las llaman especialmente cuando llega el 25N o el 8M (Día internacional de la Mujer).

Anoche ofrecieron una conferencia en Formentera, en el aula del Club de Deportes Náuticos, en la Savina, con el título: ‘Violencia sexual y pornografía’. Una charla coloquio organizada por Espai Dones y la conselleria insular de Igualdad dentro de los actos del 25 de noviembre, Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres.

«La prostitución y la pornografía son formas de violencia machista contra las mujeres y hay una relación directa entre la ‘pornificación’ de la cultura con una pornografía que llega a nuestros jóvenes y niños a edades cada vez más tempranas». Durante su intervención señalaron que «existe una relación directa entre el consumo de pornografía y el auge de la violencia contra las mujeres».

"La prostitución y la pornografía son formas de violencia machista contra las mujeres"

Todo lo que comunican Teresa y Zua está lleno de argumentos convincentes y bien fundamentados. Entre otros recurrieron a un reciente estudio que lideró la Univesitat de les Illes Balears en el que aportaban datos al respecto: «Es alarmante, los datos nos dicen que la pornografía les llega, no es que la busquen de manera activa, a partir de los ocho años de edad en niños varones y empiezan a consumir pornografía de manera normalizada, ellos, a partir de los 10 años».

Señalan que la principal razón que mueve a estos niños es que el porno les sirve para masturbarse, «es decir, que están construyendo su deseo sexual en base a esas imágenes que ven y que encierran un discurso de violencia contra las mujeres, de pedofilia y de incestos y que está generando un caldo de cultivo muy peligroso».

A eso se le suman otros ingredientes como el auge de agresiones sexuales múltiples para «grabarlas y compartirlas, lo que tiene una relación directa con el consumo de pornografía».

Ese mismo estudio de la UIB también analizó el comportamiento de las chicas que consumen pornografía, aunque a edades más tardías. En su caso, la motivación cambia «ya que quieren ver cuál es su papel en las relaciones sexuales, que se traduce en la sumisión y en aceptar esa erotización de la violencia, cosa que es terrible y muy perversa».

A su juicio, no se están tomando las medidas pertinentes para atajar este problema: «Los padres y las madres muchas veces no saben lo que hay en el porno y mucha gente tiene una idea muy romántica y naíf de lo que es la pornografía actual, y no quiero decir que la de antes fuera mejor, pero es cierto que es cada vez más violenta», observa Zua Méndez.

Teresa Lozano apuntó que la falta de esta asignatura en el sistema educativo representa, en el fondo, una ventaja para la industria de la pornografía, que «se aprovecha de esta falta de información y de la curiosidad normal y sana que tienen niños y niñas por saber acerca de la sexualidad. La pornografía se cuela entonces en sus vidas y va colonizando la mente de la gente más vulnerable, como los niños y jóvenes».

Ni Teresa ni Zua tienen la solución, pero ambas señalan que debe pasar por un profundo cambio social y cultural cuyos resultados se verán a largo plazo. Mientras, reivindican la educación: «Cuando hablamos de educación sexo-afectiva, no se trata de ir a que te enseñen cómo se pone un condón, o por lo menos no solo eso; se trata de saber desde pequeños a aprender qué partes del cuerpo nadie tiene derecho a tocar, y que si ocurre tienen que decirlo, que no tienen que guardar secretos por eso es muy importante y más cuando las imágenes que les llegan les dan títulos incitantes y perversos».

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