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Sociedad

Catalina Torres a los 102 años: vacuna contra el covid, 'xerradeta' y 'glosa' payesa

La mujer, que nació recién acabada la Primera Guerra Mundial, es la persona más mayor de Formentera

Catalina Torres Ferrer, la abuela de Formentera con 102 años de edad. Paula Yern

Catalina Torres Ferrer es la persona de mayor edad de Formentera. El 18 de febrero cumplió 102 años y ayer fue vacunada contra el covid. Nació recién terminada la Primera Guerra Mundial y representa a la generación de mujeres que con discreción y fuerza forjaron la identidad de esta isla en el siglo XX.

Esta mujer centenaria, 'Catalina de Can Mariano Miquel', nació el 18 de febrero de 1919 en Can Simón, una casa payesa ubicada entre ses Bardetes y Cala Saona. Acaba de cumplir 102 años y lo ha celebrado entre su familia y con la felicitación pública del Consell Insular de Formentera. 

Catalina Torres sopla las velas mientras la abraza a su nieto Mariano, al lado su hijo Joan. Paula Yern

Catalina Torres es la persona de más edad que vive en Formentera. Sus familiares explican que su estado de salud es bueno. Y aunque tiene dificultades de movilidad y alguna de expresión oral, su memoria más remota se mantiene activa y lúcida. Eso le permite cultivar un fino sentido del humor y mantener uno de los rasgos de su personalidad: «Es que se ríe mucho y nos trasmite a todos esa alegría». Así se expresa, Paula Yern, para hablar de su abuela. 

Ayer a Catalina le fue administrada la primera dosis de la vacuna contra el covid: «Ella está contenta, pues qué mejor regalo de cumpleaños», comentó su nieta.

Trabajó desde pequeña en su casa, en el campo, con el ganado, en el huerto

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Catalina Torres representa a toda una generación de mujeres formenterenses que vivió su infancia en plena Guerra Civil y que nació en una sociedad basada en una economía de subsistencia y en la ayuda mutua entre vecinos. Trabajó desde pequeña en su casa, en el campo, con el ganado, en el huerto y fue creciendo atendiendo a las tareas cotidianas propias de una casa payesa. 

Antes de casarse con Mariano Yern, tuvo que esperar a que este cumpliera con un largo periodo de servicio militar obligatorio. De vuelta de la mili se casaron y Mariano fue contratado en las salinas de Formentera. Falleció a los 66 años y fruto del matrimonio nació Joan Yern, que junto a María Antonia Parets, tiene dos hijos, Mariano y Paula.

Esta explica que los momentos en los que más disfruta su abuela es cuando hay «xerradeta, le gusta mucho hablar, recordar (se acuerda mucho de su marido) y también hacer glosa payesa, para eso tiene muy buena memoria». «Lo que más me sorprende de ella es su sentido del humor, siempre tiene ganas de hacer bromas y se ríe mucho, yo creo que eso es la que la mantiene».

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