El conseller balear de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, ha avanzado que su departamento realizará un estudio de todo el litoral de Formentera, que está afectado en su conjunto por los Lugares de Interés Comunitario (LIC), para realizar un plan destinado a la gestión de los fondeos.

Vidal ha señalado que su máxima prioridad es la defensa de la posidonia y por eso entiende que debe abordar su conservación, de forma prioritaria, teniendo en cuenta que los fondeos representan una de sus principales amenazas.

De la misma forma, ha señalado que su departamento, junto con el área insular de Medio Ambiente, también está trabajando en la reordenación de los fondeos en s'Estany des Peix, tanto en la parte marina como terrestre.

El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, se ha mostrado esperanzado de que estas iniciativas que viene reivindicando desde hace años puedan definitivamente ser una realidad teniendo en cuenta la «buena sintonía» que existe con el actual Govern balear y especialmente con la conselleria de Medio Ambiente.

Vidal ha coincidido en destacar ese buen entendimiento y el espíritu de colaboración entre ambos y ha avanzado que a finales de año se podrá formalizar la cesión de la parte agrícola de la finca pública de Can Marroig para que la Cooperativa del Campo pueda cultivar los terrenos y que vuelvan a ser productivos.

En cuanto al Centro de Interpretación de ses Salines en la casa de Can Marroig, el conseller ha anunciado que cederá al Consell el uso de la sala de conferencias, actualmente infrautilizada, y que en función de la disponibilidad presupuestaria también se propone renovar las señales y paneles informativas del Parque Natural que está en un pésimo estado de conservación, descoloridos e ilegibles.

El conseller también se ha comprometido a realizar un estudio sobre el estado de la depuradora de aguas residuales y de la prolongación del emisario para que este desemboque a más profundidad, más allá de la Punta de sa Pedrera.

Vicenç Vidal también ha anunciado que ha encargado la redacción de un informe a la empresa Tragsa, por 3.000 euros, que estará terminado a final de este año y que permitirá detectar las deficiencias que tiene la red de riego agrícola con aguas depuradas que incluye también la balsa de riego. El conseller ha señalado la necesidad de realizar es estudio para poder detectar la deficiencias del sistema teniendo en cuenta que esa instalaciones nunca han funcionado y sus obras terminaron hace 4 años.