Los vecinos y turistas de Formentera disfrutaron durante todo este fin de semana de las actividades programadas por la comisión de fiestas del Pilar de la Mola, que ayer celebró la patrona de esta localidad, fecha que marca el final de la temporada turística.

La jornada comenzó con diversos actos deportivos, entre ellos la decimoséptima edición de la Pujada a la Mola. A las 12 horas fue el momento de los actos religiosos con la misa en honor a la Virgen del Pilar, oficiada por el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, una ceremonia cantada por el coro polifónico de Sant Francesc y el Taller de Veus, a la que asistieron los representantes del Consell Insular y una amplia delegación de la Guardia Civil de Formentera, que también celebró el día de su patrona.

Tras la eucaristía se celebró la procesión con las imágenes de los santos que fueron portadas por los feligreses, mientras que la que la de la Virgen del Pilar fue llevada a hombros por los miembros de la Guardia Civil, con gran solemnidad y aire castrense. La procesión fue seguida por numeroso público y especialmente por los últimos turistas que quedan en la isla que no se quisieron perder una de las manifestaciones populares más representativa, por su carga de símbolos y su tradicional protocolo. Con sus máquinas fotográficas y dispositivos móviles los asistentes no perdieron detalle de la procesión, que discurrió por las principales calles de la localidad.

´Ball pagès´ y políticos

Al concluir este acto religioso fue el momento del ball pagès a cargo de los grupos locales de baile tradicional, en el que al final fueron invitadas a bailar varias conselleres; el presidente del Consell, Jaume Ferrer, y el párroco de la isla, Miguel Ángel Riera. Estuvieron presentes en estos actos la práctica totalidad de los miembros de la primera institución, así como la diputada autonómica, Margalida Font. Concluida la demostración de baile folclórico, fue el momento del convite al pueblo, a base de orelletes, vino dulce, licor de hierbas y refrescos.

Otro de los puntos muy frecuentado por los vecinos durante estos días fue la Casa des Poble, con la exposición de fotos antiguas del archivo que va recopilando el fotógrafo Juan Juan Juan, así como la muestra de dibujos infantiles de los alumnos del colegio de la localidad. En este mismo local que se ha convertido en el auténtico centro social del Pilar tuvo lugar la noche del pasado sábado la cantada payesa con la participación de los mejores cantadors y cantadoras de la isla y la asistencia de numeroso público que fue despedido con buñuelos.

El sábado por la noche los amantes del flamenco tuvieron la oportunidad de asistir a la actuación de Manuel Romero (cantaor) y Pedro Barragán (guitarra), que hicieron las delicias de los aficionados a este estilo musical, con un repertorio que tocó todos los palos del cante. Ambos artistas supieron conectar con los asistentes que llenaron el bar Can Toni, que acogió este memorable y aplaudido recital.

Ayer por la noche, tras la torrada popular, estaba prevista la actuación de la orquesta Empopados con música de baile.