Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La retirada de la tierra de la autovía se retrasa e incumple los plazos previstos

Queda la retirada de la cuarta parte del volumen de áridos de la finca 56 y todo el de la 59

Varias máquinas trabajan, en una imagen de archivo, en la retirada de la tierra de la finca 56 de Platja d’en Bossa. | VICENT MARÍ

Desde abril de 2021, se han retirado unos 36.000 metros cúbicos de la tierra procedente de las obras de la autovía del aeropuerto acumulada en la finca 56 de Platja d’en Bossa, la situada junto a la balsa de drenaje, colindante con la calle de la Gamba Roja, y que es propiedad del Grupo Empresas Matutes. Aún queda una cuarta parte, unos 12.000 metros cúbicos más de áridos, pendientes de evacuar de esta finca. Luego, las máquinas se deben trasladar a la 59, situada al este de la 56, detrás de las instalaciones de Aguamar, también de Matutes, donde todavía no han empezado los trabajos pero que, según las previsiones del Govern, se iniciarán a partir de febrero «si el tiempo acompaña».

Imagen aérea de los movimientos de tierra junto a la balsa de drenaje de la autovía. | D. I.

Han pasado ya 21 meses, salvo dos en los que Sant Josep mantuvo paralizada la actividad, desde que se inició la retirada de la tierra y aún no se ha completado el trabajo en la primera finca, cuando el plan de trabajo que, en su día, la concesionaria de la autovía (la UTE Accesos Ibiza) presentó en la conselleria balear de Movilidad contemplaba acometer la ‘limpieza’ de las dos fincas en siete meses (220 días en concreto), plazo que el Ejecutivo autónomo incluso consideraba excesivo.

Sobre el retraso en la ejecución de los trabajos, la conselleria balear de Movilidad afirma, a través de una portavoz, que hay que tener en cuenta «la parálisis» provocada por la pandemia del covid.

La concesionaria de la autovía, la UTE Accesos Ibiza, se limita a evacuar la tierra de la autovía en sólo dos fincas de los terrenos de Matutes por mandato judicial. La sentencia condenó también al Govern a indemnizar con un millón de euros a la propiedad. Inicialmente, la UTE Accesos Ibiza se negaba a cumplir la sentencia que forzaba a retirar la tierra en las dos fincas, por lo que el Govern le impuso diversas sanciones por valor de 765.000 euros.

Pacto por el campo de golf

El proyecto de la autovía preveía una ocupación temporal de tierra en un área de 46.000 metros cuadrados en Platja d’en Bossa, pero, tras el pacto verbal, ratificado por sentencia firme, entre la constructora y Matutes para aprovechar los áridos para el campo de golf que proyectaba en la zona, finalmente se extendió en una superficie de casi 300.000 metros cuadrados de seis fincas, cuatro de ellas de Fiesta Hotels & Resorts. Después de que los ecologistas denunciaran la intención de utilizar el excedente de áridos de las obras para el golf, cuando según el pliego de condiciones de la concesión debía depositarse en una cantera en vías de regeneración, Matutes pidió su retirada, pero la constructora se negó por su alto coste.

Las dos fincas afectadas por la sentencia, la 56 y 59, estaban previstas en el proyecto como depósito temporal y es, por ello, que al margen del pacto por el golf, los tribunales entienden que han de quedar ‘limpias’.

La retirada de los áridos en estas dos fincas se inició después de que Sant Josep ordenara la paralización de la extracción que, desde al menos 2015, se hacía en la finca de enfrente, al otro lado de la calle Gamba Roja, por falta de licencia y por lo cual se tramita una sanción. Matutes cerró un acuerdo con Transportes Romero para que se llevara la tierra a cambio de nada con la condición de que los beneficiarios de la misma sólo pagasen el transporte.

Esta empresa es la que trabaja ahora en la finca 56 y realiza un cribado para eliminar las piedras y obtener un material de calidad, trabajo que retrasa la evacuación y que no sería necesario si el destino fuera una cantera en vía de regeneración, como contemplaba el pliego.

Compartir el artículo

stats