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Formentera exige la regulación «urgente» del puerto de la Savina

El pleno del Consell insiste ante la Autoridad Portuaria en la necesidad de reducir las frecuencias de la línea regular con Ibiza y en la urgencia de reorganizar la zona del puerto para que «se adapte a las necesidades sociales y económicas de la isla»

La presidenta del Consell, a la derecha, durante una de sus intervenciones. | P.M.V.

El caos en el puerto de la Savina y la necesidad imperiosa de darle una solución protagonizaron el pleno del Consell celebrado ayer en Formentera, donde reinó la concordia entre las diferentes opciones políticas que parecían remar en la misma dirección, al menos en lo referente a las acciones necesarias para conseguir un puerto más seguro, ordenado y que dé prioridad a la calidad de vida de los residentes.Así, se aprobó por unanimidad una propuesta del equipo de gobierno sobre la regulación del puerto de la Savina que insta nuevamente a la Autoridad Portuaria de Balears (APB) a la «urgente reorganización del puerto, que lo adapte a las necesidades sociales y económicas de la isla, reduciendo los atraques de embarcaciones de línea regular y de excursiones con la creación de espacios y considerando la necesidad de tener amarres sociales, una marina seca y un espacio para la actividad comercial». Así lo expuso la presidenta de la institución, Alejandra Ferrer, quien se encargó de defender esta propuesta incidiendo en que la Savina debe convertirse «en un puerto social, que dé respuesta a todas las necesidades del pueblo de Formentera, no sólo a la parte económica».

En este mismo punto del día se incluyó la petición a Capitanía de la Marina de «regular y autorizar las frecuencias de la línea regular para que se garantice la seguridad tanto dentro del puerto como en el trayecto entre islas, y en relación a todos los otros movimientos de embarcaciones fondeadas para que no se acumulen embarcaciones en la entrada del puerto», explicó Ferrer, quien recordó que actualmente «tenemos casi 160 frecuencias diarias entre Ibiza y Formentera con una ocupación de tan solo el 30% de asientos ofertados».

Para terminar, en la misma propuesta se insta a Capitanía Marítima y a la APB a «no autorizar la llegada de cruceros a la zona 2 del puerto, y a las conselleries baleares de Medio Ambiente y de Movilidad a tomar medidas de manera urgente para garantizar la protección del Parque Natural de ses Salines».

Multas pese al acuerdo con APB

Sin abandonar el tema portuario, la asamblea aprobó una proposición del grupo en la oposición Sa Unió y PP-Compromís relativa a la búsqueda urgente de soluciones para las empresas de alquiler de embarcaciones ubicadas en la Savina que, según su portavoz, Lorenzo Córdoba, «llevan recibiendo sanciones desde principios de verano a pesar de cumplir con el acuerdo al que habían llegado con la APB, hace 20 años, para ocupar solo el espacio de amarre donde están ahora, con barcas más pequeñas». «En pleno verano, cuando mejor están funcionando se encuentran, como siempre, que la APB va en contra del pueblo de Formentera» , se lamentó.

Propuesta conjunta

En esta sesión ordinaria, se aprobó también una propuesta conjunta para instar a la Dirección general de Costas a habilitar una partida presupuestaria y a firmar un convenio con el Consell para la reparación, conservación y mantenimiento de los elementos del dominio público marítimo terrestre, como los paneles informativos y las pasarelas.

Sa Unió también obtuvo el respaldo unánime para instar a la Dirección del Servicio de Ocupación Estatal a dotar de medios personales a la oficina de Formentera para que se preste servicio durante todo el año.

Al final de la sesión plenaria se aprobó una declaración institucional relacionada con la situación de las mujeres y los niños en Afganistán, donde se manifiesta el respaldo del Consell de Formentera a la oferta por parte del Govern balear de recibir a refugiados o solicitantes de asilo.

Desmantelamiento de la central térmica o uso de energías verdes

La central de es Ca Mari, construida en 1966, agotó su vida útil en 2016 pero sigue en marcha. «En el año 2100, el nivel del mar podría subir hasta 103 centímetros en el peor escenario, según los científicos». «Si pensamos que en este salón de plenos estamos a una altura de 15 metros, nos hacemos una idea del cuánto puede subir el nivel del agua». Así de contundente habló ayer el conseller de Medio Ambiente, Antonio Sanz, sobre el escenario futuro en caso de que no se tomen medidas para reducir las emisiones que aceleran el cambio climático. Esta afirmación sirvió para dar peso a su propuesta, aprobada por unanimidad por el pleno, de instar a la conselleria balear de Transición Energética a llevar a cabo «las acciones necesarias para la sustitución del combustible de la central térmica de es Ca Marí por otro menos contaminante».

Imagen de archivo de la central de es Ca Marí | C.C.

Aunque tanto el equipo de gobierno como la oposición consideran que mejor opción que la descarbonización sería el desmantelamiento de la central por considerarla «obsoleta», en la propuesta también se aprobó «instar al Ministerio para la Transición Ecológica a destinar una partida presupuestaria de los fondos europeos Next Generation a la adecuación a las energías verdes de la central». Esta instalación se puso en funcionamiento en 1966 con una vida útil prevista de 50 años que se agotó en 2016, pero sigue funcionando.

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