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Accidentes de tráfico u formentera

La familia de una joven a la que mató un conductor borracho en Formentera pide justicia

La madre de Sofía G. Adamo, fallecida a los 30 años junto a su amigo Mathieu de 32 en un accidente de tráfico en Formentera en agosto de 2019, reclama más celeridad en la justicia, iluminación para la carretera P-820 y más controles de alcoholemia

Vidas truncadas, almas rotas Foto cedida por la familia

«El día que yo recibí la llamada, estaba sola en casa. Me avisaron de que Sofi había tenido un accidente y que había perdido la vida. Sientes que todo se derrumba dentro tuyo, que estás en medio de un gran terremoto. Empiezas a vivir como abajo de los escombros, es como que todo, todo, se destruye porque sos vos la que se está destruyendo, tu alma se está destruyendo». Así recuerda María Gabriela Alonso Ayechu aquella funesta llamada de teléfono del 5 de agosto de 2019, hace algo más de dos años que le comunicaba que su hija mayor, Sofía G. Adamo Alonso, había muerto como consecuencia de un accidente de tráfico en Formentera.

«Tu vida empieza a transformarse en algo muy difícil de poder sobrellevar, se terminan tus sueños, tu vida, nada te importa. Cada fecha, cada cumpleaños, cada Navidad, cada momento de la vida empieza a ser tan difícil...», narra desde Buenos Aires esta madre que todavía no entiende por qué su hija no está a su lado.

La razón metafísica nadie la conoce, pero la objetiva, la terrenal, sí tiene una explicación: un hombre de unos 50 años, cansado tras una jornada laboral eterna y con una tasa de alcoholemia de 0,65 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, decidió coger su coche para tomarse la última en otra localidad de la isla pasada la una de la madrugada.

En una recta de la carretera P-820, en el kilómetro 10, entre es Caló y Sant Ferran, ni siquiera vio a la motocicleta que transportaba a Sofi y a su amigo Mathieu P. O. y, simplemente, los mató.

Este camarero de temporada, procedente de una pequeña localidad de Jaén, fue detenido en un primer momento y ahora se encuentra en libertad provisional pendiente de la apertura del juicio oral, una vez terminada la fase de instrucción penal, según confirma el abogado de la acusación particular, Javier Leiva, un conocido profesional que también lleva el proceso por el accidente y la muerte de Ángel Nieto.

El responsable de la muerte de los dos jóvenes de 30 y 32 años está acusado de homicidio imprudente grave y tanto la familia como la Fiscalía del Estado piden para él una pena de seis años, la máxima que permite en estos casos el ordenamiento jurídico.

A la espera de juicio

El juicio debería celebrarse «antes del verano de 2022», confía el letrado. Si esta optimista previsión se cumple, habrán pasado tres años desde el accidente, una demora «insoportable» para la madre de Sofía y difícilmente excusable para los abogados como Leiva, que reclama una mayor «celeridad» en los procedimientos y una concienciación real sobre las consecuencias de conducir tras haber consumido alcohol «a base de penas de cárcel, para que estas cosas no sucedan».

Una petición a la cual se suma la familia de Sofi en una carta dirigida a este diario desde Buenos Aires en la cual exigen «justicia, que el culpable esté preso, que la carretera esté iluminada y que haya más controles de alcoholemia por parte del ayuntamiento, para que esta tragedia no le vuelva a pasar a otras personas».

«Tenemos a Sofi en casa, en el comedor. Es muy fuerte que tu hija vaya cargada de sueños a un lugar como Formentera y te la traiga su hermano pequeño en una bolsa hecha cenizas».

La carta de una "mamá desesperada" que pide justicia

"Se cumplen dos años del peor día de mi vida, el día 5 de agosto del 2019 recibí una llamada comunicándome que mi hija Sofia G. Adamo Alonso, que acababa de cumplir 30 años, había tenido un accidente de tráfico junto a su amigo Mathieu en la isla de Formentera, España.

Salía de trabajar en el Hotel Riu de la Mola, cuando en el km 10 de la carretera principal de la isla, la PM-820, ambos fueron arrollados por Silverio, un camarero alcoholizado que durante su jornada laboral bebió varias copas y luego, en vez de volver a su casa la cual se encontraba a 500m del bar donde trabajaba, decidió tomar la carretera a un exceso de velocidad desmesurado embistiendo la moto donde iba Sofi y Mathieu, arrastrándolos y terminando así la vida de los dos sin siquiera dejar una marca de frenada en el asfalto, hasta que su carro finalmente se detuvo con un arbusto.

Este acto extremadamente violento concluyó la vida de mi hija en el acto, y la de su compañero varios minutos más tarde. Cuando te informan una tragedia así comienzas a vivir en un infierno, no podes creer no poder volver a ver a tu hija, no escuchar su voz y sus sonrisas, no pensar en su futuro y en sus sueños, así como se derrumbó su vida, también se derrumbó la mía, estás bajo los escombros de un gran terremoto, igual que toda la familia.

Es imposible imaginarse una vida sin Sofi, quien tenía muchas ilusiones por vivir y desarrollar su carrera de arquitectura, su alma era noble ella pensaba siempre en los que menos tenían, participaba en grupos de ayuda solidaria, además amaba el arte, bailaba maravillosamente, cantaba, tocaba la guitarra, pintaba cuadros, también esquiaba y hacía yoga. Tenía mucho porvenir para ser feliz en este mundo junto a su familia y sus amigos. Todo eso se truncó, se aniquiló por un hombre que salió a la ruta alcoholizado, eso es comparable con salir con un arma cargada, este hombre Silveiro sigue en libertad.

Exigimos justicia, que el culpable esté preso, que la carretera esté iluminada y que haya más controles de alcoholemia por parte del ayuntamiento, para que esta tragedia no le vuelva a pasar a otras personas. Necesitamos una respuesta aunque sabemos que ante la muerte de un hijo no hay compensación ni consuelo posible."


María Gabriela Alonso Ayechu y familia

2/08/2021

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