Formentera pasará al máximo nivel de protección, el 4, "situación de riesgo extremo", según ha avanzado la consellera de Presidencia, Pilar Costa, esta mañana en el Consell de Formentera.

El incremento al nivel 4 supone adelantar el toque de queda a las 22 horas y la obligación de cerrar el interior de los bares y restaurantes. Asimismo, las terrazas, que podrán tener una ocupación del 75%, deberán cerrar a las 18 horas los viernes, sábados y previos festivos.En cuanto a las reuniones, éstas podrán ser de máximo de 6 personas, en interior y exterior, de dos núcleos de convivientes y se suspenden todas las actividades.

Costa ha resaltado que desde inicios de enero hasta la actualidad, la incidencia acumulada es "más del triple" y con una "especial" incidencia en personas mayores de 65 años. La presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, por su parte, ha instado a la "responsabildaid" de los ciudadanos con el fin de "reducir al máximo" todos los contactos.

En esta línea, ha asegurado que Formentera depende al "100%" de la economía turística y "no estamos en disposición a corto plazo de cambiar esta economía", por lo que ha pedido que la vacunación se haga de forma "ágil" para llegar al verano con inmunidad y "garantizar la supervivencia" de la economía.

La situación epidemiológica de la isla ha empeorado mucho en los últimos días, ya que en 72 horas ha duplicado los positivos, pasando de los 49 a los 98 actuales.

Esta misma semana, la presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, envió una misiva a la presidenta del Govern, Francina Armengol, solicitando nuevas medidas ante el aumento de casos de Covid-19 en la Isla.

Según recoge la carta, el Consell considera "necesario" valorar la idoneidad de realizar cribados poblacionales en la Isla para localizar y aislar el virus de forma "eficiente".

Según los últimos datos ofrecidos por Salud, en la Isla se registran 100 casos activos.

Los casos de covid se han disparado tras una comida familiar en Reyes, según han descubierto los rastreadores.La reunión se celebró en un restaurante y había una quincena de personas sentadas en mesas de seis. Entre los comensales había dos personas mayores, de más de 80 años, que al parecer estaban contagiadas. Algunas de estas personas, unos días después, se reunieron con otra parte de la familia, en el mismo restaurante y algunos de los contagiados en esas dos reuniones familiares, fueron a trabajar con normalidad a pesar de tener síntomas leves. De esta forma se propagó el virus.