El pleno del Consell de Formentera, convocado para mañana, tiene previsto aprobar por mayoría absoluta (GxF-PSOE) el presupuesto de la institución para 2021, que asciende a 30.640.000 euros, un 1,93% más que en este ejercicio.
La presidenta del Consell, Alejandra Ferrer, la vicepresidenta, Ana Juan, y el conseller de Hacienda, Bartomeu Escandell, presentaron ayer «unas cuentas atípicas» por la situación derivada de la pandemia del Covid-19.
Ferrer destacó que el presupuesto de 2021 apuesta por seguir «ayudando a las familias para que puedan continuar accediendo a los servicios gestionados por el Consell, como la escoleta, la Escuela Música o el polideportivo». Respecto a los pequeños empresarios, precisó que se bonifican tasas a los que lo necesitan y se seguirán dando ayudas sociales a las personas que más sufren la crisis, con los vales de alimentación y las ayudas al alquiler de la vivienda.
Tanto la presidenta (GxF) como la vicepresidenta (PSOE) subrayaron que las cuentas propuestas son «fruto del trabajo realizado por los dos partidos de coalición de gobierno».
El conseller de Hacienda, Bartomeu Escandell, también presente en la rueda de prensa, resumió: «Los recursos se orientan hacia el mantenimiento de la actividad y las ayudas a familias y al sector productivo, incrementándolos en 736.500 euros, lo que significa una subida del 55%». Respecto al capítulo de inversiones y de transferencias corrientes, bajan los ingresos provenientes de la Comunitat Autònoma (800.000 euros), baja ligeramente el Impuesto de Bienes Inmuebles Urbanos (IBI), y el Consell sigue sin tener deudas.
En cambio, sube la aportación del Estado en 110.000 euros, un 2,5% más que este ejercicio.
El capítulo de personal sigue siendo el más abultado, con 11,7 millones, pero por debajo de los 12,6 de este año. El gasto corriente se reduce ligeramente para quedarse en poco más de 10 millones.
El grupo de la oposición, Sa Unió, avanzó que presentará una propuesta en el pleno para «la reducción generalizada del IBI y de la tasa del servicio de basuras, para así mitigar el impacto de la crisis tanto en las economías domésticas como en los comercios locales y los servicios de restauración.
