Al fondo de una de las galerías de la cueva 127, en la Mola, que está excavando un grupo de arqueólogos que investiga la Edad del Bronce en Formentera, se hallaron ayer restos humanos unos cien años más antiguos que los de los tres individuos encontrados hasta ahora en este enclave. (Mira aquí todas las fotos)

El director del proyecto que investiga los ritos y la arqueología funeraria de los primeros pobladores de la isla, Edgard Camarós, explicó: «Estamos encontrando lo que pensamos que son restos humanos más antiguos de los que ya habíamos encontrado». Es decir, si los restos humanos de tres individuos hallados en anteriores campañas datan del 1.890 antes de Cristo, «estos que hemos encontrado pensamos que serían unos cien años más antiguos».

Han hallado fragmentos muy pequeños de huesos de cráneo y de dientes, concretamente del molar de un individuo que debió de ser enterrado en esa cueva hace unos 4.000 años.

Pau Sureda, que comparte la dirección del proyecto, señaló que ahora toca «realizar estudios de antropología física para ver si esos restos pueden corresponder a uno o a varios individuos».

Camarós aclara: «Pensamos que estos restos son muchos más antiguos y contemporáneos con los de Ca na Costa», monumento megalítico situado cerca de es Pujols donde se hallaron restos de ocho individuos durante una excavación del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera en los años setenta del siglo pasado.

Pero el hallazgo de una pieza dental, de un molar, en la cueva de la Mola, permite extraer ya algunas conclusiones.

Edgard Camarós precisó: «Ese molar que hemos encontrado tiene un enameloma, que es una perla que está en la raíz del diente y que nos ha ayudado a descifrar la dentista de Formentera Blanca González; este detalle es muy interesante porque solo lo tiene entre el uno y el tres por ciento de la población y nos habla de las patologías» de quien lo ha sufrido.

El enameloma está relacionado con infecciones en las encías, por eso Camarós apunta que ese diente les está diciendo que esa persona «tenía una deficiencia en la higiene dental, una vida complicada y salud deficiente. Si lo comparamos con los restos hallados antes, en la misma cueva, nos habla de estrés en su desarrollo y salud precaria». De hecho, la media de vida de esa época era de unos 40 años.

Estas fueron algunas de las conclusiones que presentaron ayer los arqueólogos en una conferencia celebrada en el Centro de Deportes Náuticos de la Savina y que sirvió para hacer balance de esta campaña arqueológica que concluye el 27 de noviembre.

Para el año que viene estos expertos quieren avanzar, gracias a las técnicas que les ofrece la actual tecnología, en el análisis de los restos de Ca na Costa, que se encuentran en el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

«En 2021 estudiaremos el ADN de los restos de Ca na Costa, si nos dan permiso claro», apunta Camarós.

El objetivo, aclara su colega Sureda, es poder comparar genéticamente Ca na Costa con la cueva 127 de la Mola: «Entonces, podríamos extraer conclusiones en clave social más profundas».