El equipo de especialistas, arqueólogos, historiadores y restauradores que trabaja desde hace ocho años en Formentera para arrojar luz sobre las poblaciones humanas que habitaron la isla hace 4.000 años, descubrieron que en la excavación de la cueva 127 de la Mola, realizada entre 2014 y 2016, no solo encontraron restos humanos de dos individuos, sino que los posteriores trabajos en laboratorio les permitieron evidenciar que en realidad son tres las personas que allí fueron enterradas. Este hallazgo que se hace público ahora, a través de Diario de Ibiza, abre más si cabe el interés por esta investigación.

El equipo de expertos comandados por Edgard Camarós y Pau Sureda trabaja con el apoyo del Consell de Formentera, que firmó un acuerdo de colaboración con el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) para el desarrollo de actuaciones de I+D+i, con el objetivo de impulsar la investigación de la arqueología prehistórica.

En concreto se utilizará una nueva herramienta tecnológica, un escáner en tres dimensiones, que permitirá conocer mejor los recodos escondidos de esa cueva, pero que además se utilizará también en la Cova de ses Mamelles, también en la Mola, y el monumento megalítico de Ca na Costa.

El trabajo de campo se prolongará hasta final de este mes y se centra en el estudio de la arqueología de la muerte y la paleogenética de las comunidades prehistóricas de Formentera en el marco de las poblaciones del Mediterráneo occidental en la Edad del Bronce.

Edgard Camarós y Pablo Sureda, codirectores de la misión arqueológica, explican que el proyecto que comenzó hace ahora ocho años ha evolucionado tras la excavación de la citada cueva de la Mola: «Entre 2014 y 2016 trabajamos en una zona muy localizada de la cueva que no era la sala grande, en la que estamos trabajando ahora y que es de un enorme potencial teniendo en cuenta que lo excavado era solo una grieta donde finalmente han aparecido tres individuos», detalló Camarós.

En concreto se trata de restos «de una mujer, un individuo infantil y un subadulto; al comprobar esto nos empezamos a hacer muchas preguntas que ahora intentamos responder», añadió.

Prácticas funerarias

La investigación que ahora comienza se realiza con muchos condicionantes debido a las restricciones derivadas de la pandemia. El equipo aplica todas las medidas de prevención recomendadas siguiendo estrictos protocolos sanitarios, lo que se complica cuando trabajan en espacios tan angostos como una cueva. Por eso los expertos se agrupan en equipos 'burbuja', que se relevan sin coincidir entre ellos en función de sus especialidades.

El objetivo es excavar «toda la sala grande» de la cueva 127 de la Mola con el citado escáner que también será utilizado en la cueva de ses Mamelles (Mola) y en Ca na Costa para recoger información científica pero que también servirá como recurso de divulgación.