La propietaria de una vivienda de alquiler en Formentera ha denunciado ante el Juzgado de guardia en Ibiza y ante la Guardia Civil el presunto uso fraudulento de su casa para la celebración de al menos una fiesta multitudinaria en la cual, apunta, no se respetó ninguna de las medidas establecidas para el control de la Covid-19 y que, además, provocó importantes y costosos destrozos tanto en el mobiliario y la decoración como en la estructura del inmueble, añade.

La denunciante, que prefiere guardar su anonimato, asegura que la casa se alquiló de forma engañosa, ya que «solo la alquilo a familias, nunca a grupos de jóvenes, precisamente para evitar este tipo de problemas». Así, el contrato, firmado a través de una agencia de Ibiza, se hizo a nombre de los padres del joven que, junto a un grupo de amigos, acabó ocupando la casa. Los progenitores nunca llegaron a Formentera.

Tan solo un día después de acceder al alojamiento se produjo la fiesta denunciada, «un fiestón con aparcacoches, altavoces enormes que alguien trajo y mucha gente que, según vimos en los vídeos subidos a las redes sociales, no cumplía con ningún tipo de normativa sanitaria contra el Covid-19», cuenta la propietaria de la vivienda. El día que tenían que salir los inquilinos se produjo un altercado entre los jóvenes y la propietaria, que acabó con otra denuncia ante la Guardia Civil, donde consta un parte de lesiones tras sufrir la mujer una crisis de ansiedad, informa.

«Esto está pasando por toda Formentera: jóvenes que alquilan casas y montan fiestas cada noche, y es un problema de salud pública. Tenemos que llevar mascarillas por la calle pero luego se permite que ocurran estas cosas que pueden convertirse en un foco de contagios», considera la denunciante, quien ha interpuesto varias quejas ante el Consell para advertir de esta situación sin que haya obtenido ningún tipo de respuesta, según asegura.