La playa de es Pujols presentaba ayer una imagen excepcional con muy pocos bañistas que disponían de mucho espacio para disfrutar del mar. En las calles la actividad era mínima, con pocos visitantes en las terrazas de las cafeterías y otros pocos comprando en las tiendas. Pero la sensación generalizada es de como si la temporada acabara de empezar, con una animación que se puede registrar a principios del mes de mayo.

El confinamiento derivado de la pandemia del coronavirus ha supuesto un retraso en el inicio de la temporada y esta primera semana del mes de julio ha empezado muy floja, con entre un 30% y un 40% de la actividad habitual por estas fechas. Los empresarios consultados esperan que a partir de la segunda semana de este mes se normalice la situación y lleguen más turistas. Y muchos hoteleros lamentan que se estén produciendo tantas cancelaciones de vuelos y esperan que la temporada coja fuerza ahora.

Vicent Mayans Ferrer es el propietario de un negocio de alquiler de vehículos en es Pujols. «La temporada va bastante flojilla y la gente le echa la culpa a los vuelos y a la dificultad para llegar hasta aquí», explica. Reconoce que la isla, «de toda la vida ha sido cara, pero ahora es cara y además es casi imposible llegar». Respecto a la marcha de su negocio, señala que está «prácticamente a cero, apenas hay gente». Este empresario también observa que no todos los establecimientos han abierto: «En esta calle, Espalmador, hay tres supermercados cerrados y muchos bares que no han abierto, lo que da la impresión de estar en un pueblo a medio empezar».

Enfrente está Vittorio Zanetti, propietario de una pizzería desde hace 33 años: «Este año es duro, muy duro. Los hoteles están vacíos y hay muy poco movimiento de gente, da la sensación de que tengan miedo a venir. Luego, muchos italianos que venían cada año han decidido no venir porque tienen miedo y la cancelación de los vuelos no ayuda». Este restaurador espera que el mes que viene sea mejor; «vamos a ver si en agosto lo arreglamos», señala.

Carmen Tur es la informadora de la Oficina de Turismo en es Pujols y reconoce que «la temporada está muy tranquilita» en esta localidad. Añade que las consecuencias de la pandemia, con el frenazo de la actividad en esta temporada, «la están notando todos: bares, restaurantes, tiendas e incluso hoteles que han abierto pero con muy poquitas habitaciones. Ahora se trata de que poco a poco vayan subiendo», deseó.

Juan Zapatería tiene un bar heladería que es un clásico justo en la esquina de oro de la avenida Miramar. Lleva 48 años abierto y se muestra optimista: «Este arranque de temporada va bien, incluso mejor de lo que habíamos pensado en principio. Claro que no se puede comparar con otras temporadas, pero dentro de esta extraña situación, va bien». El cálculo que hace este veterano empresario es que la actividad se ha reducido «al 35% respecto a lo que habitualmente por estas fechas solíamos tener». También señala que en su calle hay muchos locales cerrados: «Si somos diez, ahora hay cinco cerrados», detalla. La tendencia que observa es que de jueves a domingo aparecen más visitantes, «especialmente españoles y esos días se trabaja bien para los que estamos abiertos, pero hay que pensar que casi la mitad de es Pujols todavía está cerrada».

Mónica Fernández tiene una tienda en el paseo marítimo (avenida Miramar) desde hace 18 años donde vende plata y relojes, entre otros artículos. En su caso señala que «la temporada ha empezado muy floja porque estamos a julio y el movimiento que tenemos sería el habitual de mayo». La previsión que maneja no es muy halagüeña: «Pienso que esto aumentará un poquito a final de julio y el mes de agosto y espero que los meses de septiembre y octubre se comporten como todos los años». En cambio, observa que finalmente «están abriendo más locales de los que se pensaba en un principio. La gente abre con menos personal y ajustando los gastos para tratar de aguantar, pero están abriendo más locales de los que en principio pensábamos», reitera.

Rosario Escandell es la recepcionista de un hotel de es Pujols que abrió el pasado 15 de junio: «Esta temporada es muy rara, se nota mucho la diferencia y el hotel ahora está al 40% cuando el pasado año estábamos al 90% en julio». Explica que de lunes a jueves hay menos gente pero luego la afluencia va aumentando a lo largo del fin de semana. En su caso, los turistas que están recibiendo proceden de la costa levantina, «de Altea, Alicante, Barcelona y así, aunque también hay mallorquines e ibicencos. Podríamos decir que ahora es como si estuviéramos en mayo», indica.