Los pueblos de Formentera amanecieron ayer como si fuera un día más dentro de esta crisis sanitaria que comenzó el pasado 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma por la pandemia del Covid-19. La diferencia más visible al pasar a la fase avanzada de la desescalada, la 3, fue que las barras de los bares, que ya estaban abiertos, empezaron a funcionar. A primera hora, el cortado rápido, y más entrada la mañana las tapas empezaron a desfilar entre los comentarios de los parroquianos amantes del taburete y de la barra. En los establecimientos los clientes intentaban mantener la distancia, ante un camarero con mascarilla. Tanto en Sant Francesc como en Sant Ferran, la escena en torno a la barra era similar, al igual que la ocupación exterior de las terrazas, cuyo aforo se amplía al 75 por ciento, y en el interior al 50 por ciento. (Ver galería de imágenes)

Los comentarios giraban sobre lo estricto o no de las medidas que se deben aplicar y de las contradicciones que aparentemente reflejan las sucesivas órdenes ministeriales, en este proceso de desescalada hacia la 'nueva normalidad' en la que Formentera tendría que entrar el próximo 15 de junio, siempre que la evolución sanitaria no sufra un retroceso.

Otro cambio se produjo ayer en la línea marítima entre las Pitiusas, ya que comenzó a operar un nuevo ferry mixto (carga y pasaje) con tres enlaces diarios en cada sentido, lo que hace que ahora haya nueve trayectos diarios desde cada puerto: Vila y la Savina.

En este puerto la Guardia Civil estableció ayer un control preguntando a cada uno de los pasajeros el motivo de su viaje a Ibiza, ya que la movilidad sigue restringida salvo por motivo de residencia,trabajo, salud o por causa mayor justificada.

Es Pujols

Es Pujols

En la localidad de es Pujols ya se notaba cierta actividad entre algunos de los numerosos locales dedicados a la restauración. En cambio lo que parece que de momento no se mueve, salvo alguna excepción, son las tiendas de souvenirs, de moda y de complementos.

En el paseo de la playa de es Pujols algunos operarios trabajaban en el mantenimiento de locales. Los comerciales de distintas marcas, carpeta en mano, recorrían los mismos dispuestos a vender sus productos. El ambiente era de cierta actividad, con una mezcla de ganas de empezar a trabajar pero con expectativas de negocio todavía inciertas.

El presidente de la patronal hotelera, Vicent Tur, propietario de un hotel en es Pujols, mantenía un tono de prudencia pero al mismo tiempo lanzaba un mensaje de esperanza: «Algo habremos hecho bien en estas islas, y en Formentera en concreto, porque la gente quiere venir a visitarnos, hay interés y confían en nosotros». Tur insistió en la responsabilidad que representa para el sector: «Tenemos que ofrecer unas vacaciones seguras y que no sea necesario internar turistas en hospitales, lo que sería muy negativo». «El sector se está moviendo, quiere trabajar para que Formentera esté donde siempre ha estado, con nuestro modelo turístico, manteniendo lo que también queremos para nosotros», reconoció.

Por su parte, el presidente de la Pimef, Pep Mayans, coincidía en que realmente el pase a la fase 3 del desconfinamiento no supone gran cosa para los ciudadanos, salvo que ganan en libertad de movimientos y los establecimientos en capacidad de aforo. «Las expectativas que tenemos son las mismas que en fase 2, hasta que podamos abrir las puertas al turismo», manifestó. El presidente de los pequeños y medianos empresarios añadió: «Hasta que Ibiza y Balears no pasen a fase 3, parece que el 8 de junio, no nos podremos mover de la isla».

En la misma línea que su colega hotelero, Mayans subrayó la necesidad de que cualquier llegada de visitantes «implica que debamos ser mucho más responsables». Reflexionó sobre que puede dar la sensación «de que esto se ha acabado y ni muchísimo menos, es una preparación para que el verano sea lo mejor posible y si no lo hacemos bien puede haber algún susto».

La presidenta del Consell, Alejandra Ferrer, que es titular del área de Turismo, explicó que ahora trabajan en protocolos concretos ante la llegada de visitantes en las próximas semanas y se preguntó: «¿Qué pasa si un turista se contagia, cómo se tiene que gestionar?. Espero que esto se pueda aclarar en la Conferencia de Presidentes, así como el rastreo de contagios y de qué forma podemos conseguir que lleguen con una prueba PCR en origen».