Fase a fase los habitantes de Formentera se van sintiendo más libres, en sus relaciones sociales y en sus movimientos, al iniciar ayer la fase 3 de la desescalada por la crisis sanitaria del Covid-19. El aumento del límite de personas de 15 a 20 en las reuniones sociales y la supresión de las franjas horarias fueron lo más valorado en una jornada que se desarrolló con total tranquilidad y sin muchos cambios en el día a día de los habitantes de la isla. (Ver galería de imágenes)

La única diferencia es que desde primera hora de la mañana, las barras de los bares entraron en servicio, eso sí, manteniendo o intentando mantener la distancia de dos metros entre clientes. Los principales cambios afectan sobre todo a este sector, ya que bares y restaurantes ya pueden ocupar hasta el 75% de la capacidad de sus terrazas y el 50 % de sus mesas en el interior.

Los hoteles siguen cerrados mientras que el sector espera a que se libere la movilidad, primero entre las islas balears (probablemente el 8 de junio), luego con la Península y finalmente con el extranjero. Pero hasta la segunda quincena del mes de junio no se espera la llegada de visitantes y siempre dependiendo de la evolución de la pandemia.

Desde ayer también se incrementan los enlaces marítimos entre las Pitiusas, que pasan de seis a nueve trayectos diarios en cada sentido, con la incorporación a la línea del ferry 'Castaví Jet', de Trasmapi que transporta carga y pasaje. No obstante, se mantiene la limitación a la movilidad entre las islas, solo permitida por razones laborales, de residencia, salud o por causa de fuerza mayor.

Mientras, los formenterenses van recuperando sus espacios de ocio con algunos quioscos de playa abiertos desde el pasado fin de semana, en la playa de Migjorn, aprovechando que el baño y el uso recreativo de las playas está permitido desde hace dos semanas.

La presidenta de Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, pidió «responsabilidad» a los ciudadanos ante la entrada en fase 3 «para no dar un paso atrás en la desescalada» y animó a particulares y empresas a seguir con el mismo comportamiento que ha hecho posible que la isla se mantenga en los puestos de cabeza, junto con las islas canarias de El Hierro, La Gomera y La Graciosa, en el proceso hacia la 'nueva normalidad'.

Ferrer manifestó que «realmente en el día a día no hay cambios importantes para la gente». Pero avanzó que a lo largo de esta semana se conocerá la posibilidad anunciada de que el resto de las islas Balears pasen también a fase 3, lo que supone la movilidad entre islas: «Esto significa que en una semana tenemos que organizar muchos temas relacionados con la gestión del flujo de personas, así como la frecuencia de las barcas entre islas». La presidenta reconoció que la planificación se realiza «con la incertidumbre de qué significa que realmente se acabe el estado de alarma, con la definición de esa 'nueva normalidad'».