El equipo de gobierno del Consell de Formentera ya tiene preparada la petición para pasar a la fase 2 de la desescalada el próximo lunes 18 de mayo. Remitirá el documento esta semana al Govern que, a su vez, lo solicitará al Gobierno del Estado, que es el que tiene que aprobar el salto a la siguiente fase. Todo está condicionado a que no se produzca ninguna variación en la evolución favorable que registra la epidemia del Covid-19 en la isla.

La presidenta del Consell, Alejandra Ferrer, dejó claro ayer que «el pase a fase 2 de Formentera depende más del Govern, en cuanto que se tienen que cumplir los indicadores sanitarios». «Nosotros hemos preparado un documento, en lo que nos compete, para pasar a fase 2, que remitiremos en los próximos días», confirmó.

En cuanto a la segunda semana de la actual fase 1, Ferrer reconoció que la principal duda tiene que ver con las restricciones a la movilidad: «Si uno se puede reunir con amigos o familiares en cualquier lugar o si estás limitado exclusivamente a terrazas de bares y casas», detalló. «Lo que no se desprende de la normativa es si te puedes reunir en la plaza o dar un paseo, que afectaría a un derecho fundamental como el de reunión, que no está derogado», añadió.

Sobre la polémica del baño en las playas, reiteró que la pasada semana las órdenes ministeriales no citaban estos espacios y que fue después cuando quedó claro que el baño recreativo está prohibido. En cambio, desde ayer ya se puede pasear libremente por las playas entre las 6 y las 23 horas. El deporte, en este medio, queda restringido a profesionales y federados.

Otra novedad respecto a la pasada semana en Formentera es que la orden ministerial permite las actividades de turismo de aventura. Ferrer matiza: «Pero no define cuáles son, ya que el turismo activo podría ser buceo, hacer una cata de vinos o una excursión en un espacio natural y allí podríamos entrar en qué sentido tiene poder hacer una excursión pagando pero no hacerla con tu familia, por poner un ejemplo».

La navegación

La navegación

La última orden ministerial también libera la actividad del alquiler de embarcaciones de recreo ( charters), pero con una ocupación máxima de 10 pasajeros y del 50% del pasaje permitido del barco: «Ha quedado claro que se puede salir a navegar hasta 12 millas y embarcar hasta 10 personas siempre que se vuelva al mismo puerto con una embarcación con medidas que permitan ese aforo máximo, respetando la distancia sanitaria de dos metros. Lo que no se puede hacer es pesca desde la embarcación, ni cazar en tierra». Para la presidenta, la contradicción es evidente: «Se puede alquilar una barca pero no se puede usar la propia para ir con la familia», porque considera que pocos o ningún particular dispone de embarcaciones del tamaño suficiente para cumplir con estas exigencias de seguridad.

Ferrer estima que las diferencias entre la pasada semana y esta, en la que la isla sigue en fase 1, son pocas: «La nueva orden ministerial habla de libertad de circulación pero la restringe a las actividades económicas, como comercio, restauración, turismo activo y actividades culturales». Precisó que hay libre circulación para asistir a estas actividades «pero en esta orden ministerial no se incorpora lo permitido en una anterior, la fase cero, que hablaba de paseos y deporte y que establecía horarios concretos restringiendo el paseo a un kilómetro del domicilio distinguiendo entre franjas de edad para horarios y actividades».