La cofundadora del conocido restaurante Juan y Andrea de Formentera, Andrea García (Almazán, 1941), falleció anoche cuando permanecía ingresada en la UCI de la Policlínica Nuestra Señora de Rosario afectada por Covid-19. Se trata de la primera víctima mortal de coronavirus en Formentera.

En la cuenta de Facebook del citado restaurante la familia señala que "Andrea ha muerto tras una larga enfermedad, contagiada al final por el virus COVID-19 que jamás nos arrebatará su sueño". Y su sueño fue crear junto a su marido Juan Bonet un modesto chiringuito bajo cuatro palmeras a principio de los setenta que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los establecimientos, de proyección internacional, más reconocido de la playa de ses Illetes, en el Parque Natural de ses Salines.

Por su parte, la presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, en nombre de todo el pueblo de la isla, ha trasladado a través de Twitter "el más sentido pésame a la familia y amigos de Andrea".

Juan Bonet, pescador formenterense, y Andrea decidieron establecerse juntos en Formentera y abrir un pequeño chiringuito de playa en 1971. En aquellos años ses Illetes no era un destino turístico como lo es en la actualidad: no existía el Parque Natural de ses Salines, apenas había infraestructuras y hasta el hielo lo tenían que cargar en una motocicleta. Allí servían tres platos del día que variaban en función de lo que pescaba Juan en su llaüt y desde allí empezaron a crecer. El sistema era sencillo pero efectivo. Juan pescaba cada día y Andrea cocinaba los productos que su marido le traía.

Pero la historia de esta pareja comenzó en Barcelona, donde Andrea se había trasladado desde su localidad natal, Almazán, de la provincia de Soria. Allí conoció a Juan que trabajaba entonces de marinero "y se enamoraron perdidamente", dice su hijo Jorge, que se encuentra confinado en Ibiza, mientras que sus hermanos se encuentran en la misma situación pero uno en Roma y el segundo en Panamá.

Cuando la pareja se trasladó a Formentera estuvo durante 14 años cuidando de la finca de s'Espalmador y fue en una de esas idas y venidas cuando Andrea, al pasar a lo largo de la playa de ses Illetes, propuso a Juan montar el chiringuito que lleva el nombre de ambos.

Andrea también se convirtió en una de las primeras mujeres emprendedoras de la isla, de carácter fuerte, "fue muy luchadora, muy fuerte, dura y con un gran sentido de la familia además supo sacar el negocio adelante con mi padre", destaca Jorge.

El esfuerzo y la dedicación que durante años ha puesto esta familia en su local fue recompensado en 2016 con el Premio Posidonia a la Excelencia Empresarial que otorga la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera. El galardón sirvió para premiar la trayectoria de este establecimiento "que empezó en 1971 como un quiosco de playa de ses Illetes y ha llegado a ser un referente gastronómico y social de nivel internacional, difundiendo el nombre de la isla por el mundo, como modelo de calidad en un espacio único".