La actividad de las parroquias de Formentera también se ve afectada por las restricciones para evitar la propagación del Covid-19, ya que los feligreses no pueden acudir a los oficios religiosos.

Sin bautizos, sin comuniones, sin bodas y con funerales restringidos a un responso ante tres familiares del difunto, el párroco Miguel Ángel Riera mantiene su día a día desde la iglesia de Sant Francesc, donde pasa el confinamiento decretado por el Gobierno central.

De momento, el arcipreste de Formentera se ha dejado crecer la barba. Dice que cuando afronta situaciones complicadas o que le obligan a un mayor esfuerzo, «como el Camino de Santiago», tiende a descuidar su aspecto y eso es lo que le pasa ahora.

Pero este cura que atiende dos parroquias sigue trabajando por teléfono «yo no soy de videoconferencia», confiesa.

En estos días ha decidido trasladarse a la parroquia de Sant Francesc (normalmente reside en la del Pilar de la Mola), para «estar más céntrico». Así puede mantener los oficios religiosos que retransmite por su propia página de Facebook y los domingos por la emisora pública insular, Ràdio Illa.

Semana Santa

Semana SantaAnte la Semana Santa, uno de los momentos más importantes del año para la comunidad católica, Riera se ve limitado a recurrir a los medios digitales: «Este año será totalmente diferente, aquí en la iglesia [de Sant Francesc] celebro la misa y no cierro la puerta porque me parece de mal gusto, pero no viene gente».

Ante esta situación ha decidido retransmitir todos los días por Facebook, a través de su página personal, la Eucaristía: «Retransmito las misas desde la pasada semana cada día y el Domingo de Ramos también lo hice».

El calendario para estos días incluye la misa del Jueves Santo, que retransmitirá por su Facebook a las 18 horas y por Ràdio Illa a las 20 horas. La misa del Viernes Santo será emitida a las 17 horas a través de la citada red social y la emisora pública la dará un poco más tarde, a las 19 horas.

Miguel Ángel Riera explica que también mantiene el ritmo de la catequesis para los niños, que hace online, pero sobre todo «llamo a los mayores y hablo con la gente, intento mantener la cercanía». Añade que la sensación que percibe «es de tranquilidad y también se muestran muy agradecidos por cosas como que suene la campana cada día a las ocho de la tarde, que se les nombre en la misma o que incorpore las peticiones de los niños».