La tasa de mortalidad de la pradera de posidonia situada en el entorno del emisario de la Savina, que desemboca a 20 metros de profundidad, es del 24% anual. Este es uno de los datos del estudio realizado por el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) y financiado en 2017 con 83.000 euros a través del programa Save Posidonia Project, y que a final de año concluirá con la incorporación de la última información recopilada el mes pasado. Los primeros datos apuntan a que el vertido del caudal de agua no suficientemente depurada de Formentera está afectando a la posidonia de esa zona. Algo que los expertos ya venían denunciando pero que ahora queda confirmado con datos científicos.

Además, se ha analizado la erosión y la cantidad de sedimentos que se generan en es Freus, donde se han instalado dos estaciones para medir la turbidez del agua y el transporte de sedimentos.

En este caso, aunque aún quedan datos, también se aprecia una afectación a la pradera de posidonia.

Nitrógeno, carbono...

Nitrógeno, carbono...

La investigadora del Imedea que dirige este estudio, Iris Hendriks, explicó: «Hemos estudiado la demografía de la pradera y resulta que con alta sedimentación de nitrógeno, carbono y demasiada materia orgánica, está en degradación y retrocede un 24% al año» en el entorno del emisario.

Para poder comparar la evolución en otra zona de la pradera, instalaron otro punto de control en Punta Rasa, a la misma profundidad que la del emisario de la Savina, y comprobaron que «la pradera está en equilibrio y no está retrocediendo, crece un uno por ciento anual», destacó Hendriks.

En el caso de emisario, la científica precisó que las mediciones y la recogida de muestras para localizar bacterias (pendiente de resultados) se llevaron a cabo en la desembocadura y en uno de los difusores (agujeros) que tiene la canalización. «Nos encontramos partículas en suspensión y nutrientes». «En el emisario -añadió Hendriks-, hay más partículas que sedimentan que en el área de control de Punta Rasa».

La científica se mostró cauta a la hora de establecer como única causa del retroceso de la pradera los vertidos del emisario: «Hay que tener cuidado en esto y tengo que decir que la mortalidad que vemos en la pradera es bastante menos de la que esperábamos», indicó.

Tráfico marítimo

Tráfico marítimo

Otro de los objetivos de la investigación es comprobar si el tráfico regular en es Freus levanta sedimento del fondo marino para comprobar si eso es motivo de que le llegue menos luz a la planta marina.

Para comprobarlo, el equipo del Imedea instaló dos medidores en aguas de sa Torreta (s'Espalmador) y s'Illa des Porcs, «y lo que hemos visto es que hay una sedimentación similar a la que detectamos cerca del emisario pero sin el contenido orgánico, es decir, que procede del fondo marino y obviamente esto también afecta a la pradera».

La investigadora resumió: «Lo que hemos comprobado es que el paso de los ferris de grandes esloras ocasiona mucho más oleaje y turbulencias, es decir, que levanta sedimentos, aunque en este caso aún tenemos que analizar los datos recogidos durante el pasado mes de septiembre, que son muchos».