Son jóvenes, una de ellas una niña de 12 años, y el otro acaba de cumplir la mayoría de edad. Ambos son sobresalientes y acaban de recibir el premio extraordinario del Conservatorio Profesional de Música y Danza de Ibiza y Formentera, que es equivalente a una matrícula de honor. Solo pueden acceder a ese reconocimiento los alumnos que obtienen sobresaliente de media durante sus estudios. Pero además ambos tienen en común que son de Formentera pero, sobre todo, son disciplinados, aplicados, estudiosos y sensibles.

Una es Helena Lafuente Calafat, que acabó el grado elemental de música con el instrumento de piano y que el martes convenció a los profesores con una pieza obligada, una romanza de Mendelssohn. 'El Gondolero'. y 'La danza de la seducción'. de Joaquín Turina con la que sedujo a los profesores.

Su madre, Maribel Calafat, está orgullosa y señala que desde pequeña ya mostró mucha sensibilidad: «Luego es que es muy aplicada y le gusta estudiar, para ella la música es un juego y la disfruta mucho». Hace dos años ya recibió una mención de honor en un concurso en Lleida, «con solo diez añitos», destaca su madre.

El segundo fenómeno es Miquel Tur Torres, un joven de 18 años que recibió también el premio extraordinario por haber acabado el nivel profesional con un sobresaliente de media, con el instrumento de guitarra. En su caso lo tiene muy claro: «Me quiero dedicar a la música», dice desde Barcelona, donde ha empezado a vivir este año, y parece que lo va a conseguir, ya que acaba de acceder a la Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc) con la nota más alta de ingreso.

Miquel Tur aclara que el premio extraordinario sirve para mejorar el currículum académico. Ahora estudia la especialidad de Sonología y sigue con la guitarra clásica.