La Policía Local de Formentera ha tramitado este verano 97 denuncias contra la venta ambulante en las playas. Once de ellas no se pudieron tramitar por falta de documentación de los vendedores y en tres casos ya han pagado la multa de 250 euros para recuperar el material. Cuando el vendedor es reincidente, la multa sube a 500 euros.

Estos son algunos de los datos que ofreció ayer el Consell en la presentación, junto a la Pimef, de la campaña de concienciación para disuadir a turistas y residentes de consumir estos productos.

La técnica de la conselleria de Comercio, Amelia Mora, detalló que lo incautado por la Policía son básicamente frutas como «cocos, piñas y comida, y los menos son los que venden bisutería y ropa, que son los que vienen a pagar la multa para retirar el producto». Añadió que durante todo el verano los policías locales seguirán realizando estos controles.

La lucha contra la venta ambulante se ha convertido en uno de los objetivos del Consell, así como de los pequeños y medianos empresarios, que se ven afectados por esta competencia desleal. La vicepresidenta primera y consellera de Comercio, Ana Juan, junto con el presidente de la Pimef, Pep Mayans, presentaron ayer los últimos datos y la campaña de concienciación que acaban de lanzar.

La consellera explicó que se han editado 5.000 ejemplares de un tríptico, en cuatro idiomas, «para advertir sobre los peligros de la venta ambulante no reglada tanto a los turistas como a los residentes». Estos folletos se están repartiendo entre un centenar de establecimientos.

Ana Juan subrayó que la venta ambulante «puede suponer un peligro para la salud de las personas, que acceden a un tipo de producto que no ha pasado ningún tipo de control sanitario».

Mayans indicó por su parte que con esta campaña «se quiere luchar contra este problema a través de la concienciación» y agradeció la labor de «los cuerpos de seguridad para luchar contra esta práctica». En el tríptico se destacan las ventajas del comercio local y los riesgos de la venta ilegal.