La Guardia Civil detuvo en la madrugada del pasado miércoles a un hombre de nacionalidad italiana que no tenía dinero para pagar una cuenta de 400 euros en un restaurante en la playa de ses Illetes,Es Molí de Sal, en Formentera, según han informado desde la Oficina Periférica de Comunicación de la Comandancia de Balears.

El cliente disfrutó de una pantagruélica cena en un conocido restaurante de la zona y él solo disfrutó de marisco, cerveza y vino. Las ostras, el kilo de gambas frescas, la pasta con bogavante y, para terminar la comilona, el helado especial del restaurante le gustaron más al comensal que la cuenta: 416 euros.

Como este cliente se negaba a pagar porque decía que no tenía dinero ni tarjeta de crédito, desde el establecimiento llamaron a la Guardia Civil. Una patrulla se presentó al restaurante y al tratarse de una cantidad que supera los 400 euros, lo detuvieron por un delito de estafa. Tras pasar una noche en los calabozos del puesto de Formentera, al día siguiente fue trasladado a los juzgados de Ibiza para comparecer en el juzgado de guardia, el de Instrucción número 1 de Ibiza. Tras prestar declaración ante la titular de este juzgado, quedó en libertad provisional, por lo que la causa por este delito está pendiente de juicio.

"Esperamos cobrar la cuenta"

Joan Yern, propietario del restaurante de Formentera donde ocurrieron los hechos se mostró indignado por la actitud del comensal. "Esto no nos había pasado nunca. Te pueden hacer un 'simpa' alguna vez en la vida, pero aquí no suelen pasar estas cosas y esto me toca bastante la moral", explica a este diario el dueño del conocido restaurante. "Aquí no le preguntamos a nadie si es rico o pobre antes de preguntarle qué quiere, pero hay gente que le gusta vivir la vida a costa de los trabajadores", manifesta Yern, que alienta a los que sufran este tipo de situaciones a denunciar.

"El cliente quizá pensó que no nos atreveríamos a llamar a la Guardia Civil para evitar montar un escándalo, pero se equivocó de lugar. Esperamos cobrar esta cuenta", zanja el propietario del restaurante Es Molí de Sal.