Los 68 votos de ventaja que GxF sacó a Sa Unió en la jornada electoral del 26M serán suficientes para inclinar la balanza y que los progresistas obtengan la presidencia del Consell de Formentera si no hay acuerdo de ninguno de los dos bloques con el PSOE.

El sábado se constituye el nuevo gobierno del Consell y se elige al presidente. El partido más votado el 26M fue GxF, con 1.398 votos, que le valieron seis consellers (en 2015 obtuvo nueve). Sa Unió (la coalición de independientes, PP y Compromís), con 1.330 votos, solo se quedó a 68 sufragios de empatar con GxF e igualó los consellers del bloque de centroderecha de la pasada legislatura (cuatro PP y dos Compromís). El PSOE es el partido que ha salido más reforzado tras las elecciones, con 1.057 votos, y pasa de dos a cinco consellers.

Ante esta situación y debido al funcionamiento del Ayuntamiento-Consell de Formentera se dan una serie de circunstancias -recogidas en la Ley Electoral de los consells insulars y en el Reglamento Orgánico del Consell Insular de Formentera (ROC)-, que hacen que la elección del presidente o presidenta pueda desembocar, en caso de que ninguno de los tres partidos llegue a un acuerdo, en un gobierno en minoría del más votado, en este caso GxF.

El secretario del Consell de Formentera, Ángel Custodio Navarro, lleva unos días enfrascado en las labores de preparación de la constitución del Consell.

En el caso de Formentera, la constitución se rige por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. Los ciudadanos han votado al Ayuntamiento, es decir a concejales, pero debido al Estatut d'Autonomia de Balears, que reconoce la naturaleza especial y singular de Formentera, y la Ley Electoral de los consells insulars de 2009, los ediles se transforman en consellers en el momento de jurar el cargo.

Navarro explicó que los representantes de las tres formaciones «entran como concejales electos, pero en el momento en que juran o prometen son consellers y se constituye el Consell, por lo que tenemos que olvidarnos del régimen local de un ayuntamiento».

Debate de investidura

Entonces, detalla el secretario, se aplica la Ley electoral de los consells, «pero en su artículo 1 se dice que no se aplica al Consell de Formentera, y esto es para las elecciones como tal, pero no para la elección del presidente, que se regula en la disposición transitoria segunda, donde especifica cómo se tiene que elegir al presidente, ese es el matiz», subrayó.

Esto significa que se deja de seguir el régimen electoral general y se sigue el autonómico, lo que también está recogido en el ROC. De hecho, en 2015, el Consell Consultiu emitió una información recordando que esta circunstancia existía para Formentera.

Es decir, que el próximo sábado, una vez que los consellers hayan jurado o prometido su cargo, se pasará a un debate de investidura.

En ese momento, cada partido que opte a presidir el Consell deberá manifestar, con voto secreto, si presenta candidatura a la presidencia o no: «A continuación se debe producir una especie de debate de investidura y después votarlo», aclara el secretario del Consell.

En caso de que haya pacto de gobierno previo, el candidato que saque mayoría absoluta (nueve consellers de 17) quedará elegido como presidente.

Por el contrario, si los partidos representados no llegan a ningún acuerdo se podría llegar a una situación de empate técnico por parte de GxF y de Sa Unió.

En ese hipotético caso y después de sucesivas propuestas infructuosas, Navarro señala que «la ley, al cabo de 48 horas desde la primera votación, desempata a favor de la persona que encabeza la lista que haya obtenido más votos en las elecciones», entre otros motivos, por la manera en la que está redactado, «no se admite la abstención, o votas a favor o en contra de la candidatura y esto lo establece el ROC de Formentera».