Los regantes de Formentera podrán acceder al agua de riego con aguas depuradas, que puso en marcha la pasada semana el Govern balear, de forma gratuita durante el periodo de pruebas, tiempo que no podrá ser superior a dos años, aunque se trata de un acuerdo verbal ya que no existe ningún documento firmado que lo certifique.

El presidente de la Comunidad de Regantes, Joan Ferrer, explicó que, de momento, «estamos en periodo de pruebas y no se ha definido cuánto durará. En principio es para dos años y en ese tiempo el agua será gratis. Aunque no tengamos confirmación por escrito, todo indica que así será». Esta era una de la peticiones de los regantes de la isla, que querían un tiempo «para comprobar el correcto funcionamiento de las instalaciones».

A la Comunidad de Regantes le tocará definir determinados aspectos de la gestión del agua, como la distribución de los turnos de riego, la cantidad de caudal que cada comunero puede usar y cuándo se entregarán las llaves de las casetas.

Un requisito es que cada regante deberá autorizar la correspondiente domiciliación bancaria para abonar la cuota, según su consumo.

Joan Ferrer detalló que se han instalado 80 hidrantes (casetas de riego) y que hay unos sesenta comuneros que han expresado su interés en usar el agua de riego. De estos, solo la mitad ya han firmado la domiciliación bancaria necesaria.

500 euros al año

Respecto al precio que deberán pagar para tener acceso al agua tras estos dos años de prueba, dependerá de una variable fija y otra de consumo. Ferrer explicó: «El precio no está definido, pero las últimas cifras de las que hablamos eran unos 500 euros anuales para un consumo digamos doméstico. Pero si el consumo aumenta para riego industrial de forrajes o frutales que precisen de mucha agua, la factura subirá».

Añadió que varios propietarios de Porto-Salè ya han expresado su interés en que la red de distribución llegue para poder engancharse ,y también propietarios de la Mola. Ferrer avanzó que la directiva se reunirá en los próximos días para preparar una asamblea general que se convocará «antes de que acabe el año y en la que previsiblemente entreguemos las primeras llaves de las casetas a los comuneros que reúnan las condiciones, por lo que se podrá empezar a regar a final de este año o principios del que viene».